Cuentan que de esta manera, a hurtadillas, encontró la Guardia Civil a los trabajadores de Befesa bombeando las aguas del vertedero de Nerva directamente al río Tinto, lo que ha ocasionado que el director de la planta está imputado por vertido ilegal. Pero no es la única denuncia. Sería muy ingenuo pensar que un comportamiento de ese tipo es aislado. Como recuerda el el propio consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, estas instalaciones ya tienen abiertos cuatro expedientes sancionadores y tres informativos, los sancionadores, como nos recuerda la Junta "por incumplimiento de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) en alguno de sus contenidos" ahí es “na”.

Así las cosas, a principios de junio durante la reunión de la comisión del plan de residuos peligrosos, en el que estuvo Ecologistas en Acción, se comentó que querían modificar la AAI para controlar el vertido perimetral, y acentuar las medidas de vigilancia y control... claro, ¿y por eso lo hacen a hurtadillas?, ¿sin exponerlo a información pública?. Y es que la Junta ya iniciado su política encubierta de modificaciones de la AAI con su apoyo al recrecimiento de los vasos de vertido, y por tanto la prolongación de la vida útil del vertedero ¡16 años más!, lo cual ya es una modificación sustancial, lo mismo que con su defensa de una nueva instalación, que dicen experimental, para mezclar residuos con arcillas y enviarlos a incinerar a plantas cementeras... Ecologistas en Acción ha presentado alegaciones, pero la intención de la Junta parece tan evidente....

No da la impresión de que en esta historia haya mucho lugar para los intereses públicos. Es más, esta historia huele fatal, porque siempre sale ganando el que contamina. Tanto apesta, que hace una semana se ha sabido que, también a hurtadillas, el responsable del Ministerio de Medio Ambiente Italiano podría haber recibido 700.000 euros de la empresa Daneco, que es la que ha llevado a cabo la “descontaminación” en Milán. Las mismas labores de limpieza que han generado los residuos peligrosos que han acabado en el vertedero de Nerva. Se cuenta que esa cifra fue decisiva para que la empresa se adjudicase el contrato. Por eso ahora está imputado por corrupción y fraude. Y claro, ahora en Italia saltan las alarmas sobre la calidad de este trabajo... En Greenpeace nos saltaron hace meses. Desde Milán hasta Nerva esto tenía y tiene mala pinta.

Bueno, no todo está perdido en este caso: la Comisión Europea ha abierto una investigación sobre el tratamiento irregular que han recibido los residuos peligrosos italianos en Nerva. Parece que también a ellos le ha sorprendido ver las imágenes de los camiones tirando residuos peligrosos sin tratar previamente como exige la ley europea. Van a pedir al Estado español que traslade la pregunta a la administración responsable sobre este asunto. Tarde o temprano llegará a manos de la Junta de Andalucía –aunque quién sabe si para entonces tendrá otros inquilinos–, pero ¿qué van a responder entonces?: “Es que aquí hacemos las cosas así. A hurtadillas”.

Ojalá acaben con el “todo vale” y que desde la Comisión traigan un final para esta historia, donde los intereses públicos, el medio ambiente y la salud pública no se vendan a hurtadillas.

Sara del Río, campaña de contaminación