Ayer, en el marco del día mundial del medio ambiente, y de la celebración del 16º aniversario de la creación del Parque Nacional de Cabo Pulmo, organizaciones ecologistas y miembros de la comunidad lanzaron al mar un salvavidas gigante de 15 metros de diámetro y 2 toneladas de peso, con la leyenda “Salvemos Cabo Pulmo”.

Las organizaciones ambientalistas de la coalición Cabo Pulmo Vivo (Amigos Para la Conservación de Cabo Pulmo, Niparajá, Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), WiLDCOAST/COSTASALVAjE, Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (Aida) y Greenpeace) recalcaron que las autoridades tienen la oportunidad de salvar Cabo Pulmo y la calidad de vida de las poblaciones cercanas.

El valor ambiental y la riqueza biológica que alberga el Parque Nacional todavía pueden ser salvadas
si la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) revoca la autorización de construcción del mega-proyecto turístico Cabo Cortés, aledaño a esa Área Natural Protegida.

 “El salvavidas es una demanda de auxilio para resguardar esta reserva marina ubicada en el ‘acuario del mundo’, conocido así por tener una productividad biológica cinco veces mayor que la media de los arrecifes en el Golfo de California y posiblemente que cualquier arrecife en México. La cantidad de la población de peces y su talla se ha incrementado en más de 400 por ciento desde que este espacio se protegió y cerró a la pesca, una situación que hoy está amenazada por el proyecto de Cabo Cortés” denunciaron.

La comunidad de Cabo Pulmo reiteró su rechazo a este desarrollo turístico que tiene una capacidad hotelera similar a la de Cancún (más de 27.000
habitaciones), y está proyectado en un área limítrofe con el Parque Nacional, uno de los ecosistemas marinos mejor conservados del mundo. El proyecto es de la empresa española Hansa Urbana, participada de forma importante por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

“No se necesita un proyecto como Cabo Cortés en el área, necesitamos un desarrollo acorde con el medio ambiente y que traiga sólo los empleos que se necesitan,
que no acabe con lo que hemos conservado durante muchos años los habitantes de Cabo Pulmo con el apoyo de académicos, científicos y organizaciones de la sociedad civil, y que hoy permite que esta Área Natural Protegida sea un éxito y un modelo que puede seguirse en nuestro país para garantizar los recursos naturales a las futuras generaciones”, expresó Judith Castro, representante de la asociación de Amigos para la Conservación de Cabo Pulmo.

“Cabo Cortés es un claro ejemplo de turismo depredador que no sólo podría traer degradación ambiental
sino problemas sociales y económicos a las comunidades” recalcó Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de Oceános y costas de Greenpeace. “Estamos reclamando que las autoridades y las empresas se comporten de forma responsable y lancen un salvavidas al arrecife”, concluyó.

¿Ya has pedido a Hansa Urbana y la CAM que den marcha atrás en este proyecto? Más de 13.000 ya lo hemos hecho. Aún estás a tiempo.

Mabel González Bustelo, campaña Multinacionales de Greenpeace