¿Sabías que cada año se fabrican 100 mil millones de prendas de ropa? Empresas de moda como H&M, Zara, Primark y Uniqlo están haciendo de esto un negocio y han conseguido duplicar la producción mundial de prendas de vestir en los últimos 15 años. Ya ni siquiera tenemos las colecciones por estaciones sino que las nuevas colecciones llegan a las tiendas cada semana. Y toda esta ropa tiene un coste, las prendas que compramos nos duran la mitad del tiempo y nos desprendemos de ella mucho más rápido, sumándola a los miles de millones de prendas que ya se pudren en los vertederos.

Ya no valoramos nuestra ropa, sino que compramos y tiramos. A medida que los precios y las calidades se desploman, las personas nos podemos dar el lujo de comprar ropa nueva sin pensarlo dos veces. Aunque muchas personas en Europa y en Asia admiten que ya poseen demasiada ropa, también confesamos que seguimos comprando prendas nuevas.

 

Comprar ropa ya no es algo que realmente necesitemos hacer. Se ha convertido en una manera de lidiar con el estrés, de ganar confianza y autoestima, conexión y felicidad, pero de corta duración. Es la peligrosa adicción de la moda rápida.

Podemos romper esta espiral de sobreconsumo si repensamos nuestras relaciones con la ropa que ya poseemos. La felicidad y la confianza no tienen que venir de comprar más y más. Podemos disfrutar de encontrar nuevas maneras creativas y con estilo de vestirnos - y de hecho de divertirnos más - cuando no nos apoyamos un sistema que está explotando a las personas y a la naturaleza. Podemos redescubrir la verdadera naturaleza de la moda.



¡Es el momento de revolucionar la moda! Esta semana, personas de todo el mundo están demostrando que otra moda es posible, y que podemos crear un futuro más sostenible para la moda. Esta revolución pasa por aprender costura, transformar los residuos en objetos de valor, arreglar, reformar la ropa, o cambiarla con alguien.

Te animamos a participar en el desafío de la moda, para amantes de lo fashion dónde hay alternativas para sacar el máximo provecho a lo que ya tenemos. O utiliza el mapa de moda alternativo para añadir o encontrar tiendas de segunda mano y vintage, centros de bricolaje y artesanía, talleres de reparación, mercadillos de ropa o de intercambio de la prendas de vestir.

Si conservas tu ropa uno o dos años más reduces sus emisiones de CO2 en un 24%. No solo te ahorras dinero, sino agua y materias primas. Evitamos que los químicos y los pesticidas dañen los ríos, el suelo y la vida silvestre, y recortar el uso de combustibles fósiles. Juntos podemos reducir la carga de la industria textil en el planeta.

¡Únete a la Revolución de la Moda!