Por fin una buena noticia para la Amazonia... y también para la gobernanza ambiental en Europa. Las Autoridades belgas han confiscado un cargamento de madera tropical amazónica cuya entrada por el Puerto de Roterdam había sido denunciada la semana pasada por Greenpeace. En estos momentos, las autoridades están investigando el origen de la madera y su legalidad, a través de la documentación de dicho cargamento.

Activistas de Greenpeace denuncian en el puerto de Róterdam la entrada en la Unión Europea de un barco que transporta madera tropical brasileña.

Como denunciamos hace quince días, el barco que transportaba esta madera ilegal procedente de la empresa Rainbow Trading (Santarem, Pará) estaba en camino. Rainbow Trading es una de las empresas vinculadas con una red de blanqueo de madera de origen ilegal que Greenpeace denunció el pasado mes de mayo.

A raíz de esta investigación advertimos al sector importador europeo que la compra de madera de estas empresas incumplía la legislación europea, el Reglamento de Madera de la Unión Europea (EUTR en sus siglas en inglés). Pero algunas empresas no nos han hecho caso y ahora se encuentran con su madera confiscada y la posibilidad de recibir sanciones económicas.

Más recientemente, en octubre, pillamos a Rainbow Trading in fraganti. Un equipo de activistas de Greenpeace colocó rastreadores GPS en sus camiones para verificar que Rainbow Trading se estaba suministrando de madera en zonas sin autorización de tala, en la profundidad de la selva amazónica del estado de Pará, donde se estima que tres cuartas partes de la actividad forestal es ilegal. Y lo hicimos público.

Sin embargo, nuestros informes y comunicados de prensa no han disuadido a algunos importadores de madera europeos para dejar de relacionarse con Rainbow Trading. Apenas unos días después de que hiciéramos pública nuestra segunda investigación, un cargamento de madera procedente de Rainbow Trading llegó a Europa, y otro había llegado apenas unos días antes, ambos destinadas a empresas belgas. Entonces descubrimos un tercer embarque y decidimos que era hora de tomar medidas. Mientras el barco cruzaba el Atlántico, hicimos pública la llegada de este cargamento. Más de cien mil activistas firmaron una petición exigiendo a las autoridades europeas que tomara cartas en el asunto.

El barco de Greenpeace, Argus, dió la “bienvenida” a este cargamento señalando la entrada de madera ilegal a través del Puerto de Roterdam. Ayer supimos que las autoridades belgas han escuchado a la ciudadanía. Se han confiscado los dos contenedores del último envío, manteniéndolos bajo vigilancia aduanera en el puerto de Amberes. Los dos envíos anteriores de Rainbow Trading también se han confiscado en espera de las investigaciones.

Las empresas que compraron esta madera podría enfrentarse a serios problemas con las autoridades y con la justicia. No sólo ilegal vender madera de procedencia ilegal en la UE, también es ilegal importar madera que sea sospechosa de ser ilegal. El historial delictivo de la empresa brasileña Rainbow Trading era más que suficiente para suspender cualquier compra de madera a esta empresa.

Para nosotros, esta historia no termina aquí. La madera ilegal procedente de Rainbow Trading debe ser confiscada y las empresas importadoras deben ser sancionadas por no respetar la ley. Tu puedes ayudar. No dejes de recordarle a las las autoridades belgas que investiguen a fondo y no permitan que esta madera pueda ser comercializada en Europa.

¿Qué puedes hacer tú?

- Firma y súmate a la petición

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