El nuevo buque insignia de Greenpeace acaba de llegar a Manaus, capital del estado de Amazonas en Brasil. Llega en un momento clave.

La situación de la selva amazónica es delicada. El conocido “pulmón del planeta” se enfrenta a problemas como la tala ilegal, la deforestación para convertir el bosque en zonas de pasto (para obtención de carne y cuero) o para cultivos agrícolas como la soja (fundamentalmente para piensos). Y para colmo se está intentando debilitar el Código Forestal, la ley que protege y gestiona el bosque.

Es un momento crucial. ¡Si la tasa de deforestación sigue a este ritmo, en 50 años no hablaremos de selva sino de sabana!

Por ello, el Rainbow Warrior ha hecho una larga travesía hacía Brasil para exponer las amenazas y apoyar a la sociedad civil brasileña para defender a este valiosísimo ecosistema.

¿Te unes a esta travesía por la Amazonía?

A bordo del Rainbow Warrior, Greenpeace junto a la sociedad civil y a líderes de comunidades han lanzado la propuesta de una ley que impida la destrucción forestal: la Ley de Deforestación Cero. Se trata de una iniciativa popular que necesita 1.400.000 firmas de brasileño/as para que se convierta en ley.

Esta ley prohibirá la deforestación de la selva en Brasil pero no significa que las comunidades no puedan hacer uso del bosque, al contrario, se garantizará que el uso de los recursos forestales sea para pequeños titulares, comunidades indígenas y otras comunidades tradicionales, planes de gestión forestal sostenible, etc.

Actualmente, el sector agropecuario, las grandes explotaciones ganaderas y grandes empresas madereras son las que están esquilmando la Amazonia. Hay intereses muy fuertes y muchas de estas empresas han sido acusadas de estar involucradas en violencia e intimidación, incluyendo amenazas de muerte y corrupción. ¡Incluso trabajo esclavo!

Durante los últimos años, la tasa de deforestación ha decrecido y paralelamente Brasil ha seguido desarrollándose. ¡No es necesario seguir deforestando!

La destrucción de la selva y la violación de derechos de muchas personas llega a otros países, como España, en forma de madera procedente de la tala ilegal, de carne de ganado criado en zonas deforestadas o de soja para piensos que alimentan los animales (que cada vez más, ocupan la base de la alimentación de los países ricos).

La deforestación de la Amazonía no te pilla tan lejos. Únete a nuestra travesía para reclamar:

¡Deforestación cero!


Mónica Parrilla (@MonicaParrill), Campaña de Agricultura y Bosques de Greenpeace.