Para celebrar la llegada de la primavera y porque es imposible imaginarla sin flores ni abejas, casi medio centenar de entidades han firmado ayer una carta abierta dirigida a la ministra Tejerina para pedirle su apoyo a la prohibición total de tres insecticidas neonicotinoides (imidacloprid, clotianidina y el tiametoxam), de los que existen más que evidencias de su peligrosidad para las abejas y muchas otras especies.



En esta carta se pide también su apoyo a la plena aplicación del documento guía de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), publicado en 2013, sobre la evaluación de riesgo de los plaguicidas en las abejas. Los tres insecticidas neonicotinoides no son los únicos que suponen una grave amenaza para las abejas y la plena aplicación del documento guía podría que muchos otros pudieran seguir siendo utilizados.

A esta carta abierta se pueden sumar todas las entidades que lo deseen (en este enlace solo para organizaciones/entidades) y esperamos ver la tuya muy pronto porque las abejas y otros polinizadores, fundamentales para la seguridad alimentaria y la biodiversidad, siguen en peligro en Europa. Aunque no hay un único factor responsable, eliminar aquellos plaguicidas que suponen un peligro directo para los polinizadores es un paso crucial, realizable y efectivo para proteger su salud.

Un estudio reciente publicado por Greenpeace y llevado a cabo por científicos de la Universidad de Sussex demostró que los neonicotinoides no solo ponen en peligro a las abejas, sino también a otras especies como las mariposas, las aves o los insectos acuáticos, pudiendo tener un efecto dominó en la cadena alimenticia. También la EFSA publicó varios informes que muestran que los usos que siguen autorizados del imidacloprid, la clotianidina y el tiametoxam o bien suponen un alto riesgo para las abejas, o bien no se puede excluir que supongan un alto riesgo.

Con todo esto sobre la mesa la Comisión Europea propuso iniciar un debate, que tendrá mañana y pasado, con los Estados miembro sobre nuevas restricciones a estos peligrosos insecticidas. Las organizaciones firmantes de esta carta abierta lo tienen claro y así lo hicieron saber a la ministra: estos insecticidas deben ser de una vez por todas prohibidos totalmente.

Si quieres apoyar esta campaña de forma individual también lo puedes hacer. Solo en España, Greenpeace ya ha recogido más de 350.000 que entregaremos a los responsables políticos que tienen en sus manos proteger a las abejas, al medio ambiente y a nuestra alimentación. Podemos decir que somos ya un gran enjambre, y si aún no te has unido lo puedes hacer aquí.