Zara. Levi’s. Benetton. Uniqlo. Victoria’s Secret. Mango. Esprit. Marks & Spencer. H&M. Li-Ning. C&A. Puma. Adidas. Nike. Catorce de las principales marcas internacionales de moda del mundo y todas se han comprometido con Detox para descontaminar su marca.

Ocho de ellas se han comprometido en los últimos 90 días y las 14 con un acuerdo de descontaminación real de su cadena de suministro. Todos ellos han escuchado las voces de cientos de miles de personas en el mundo que han expresado su deseo de que la moda no contenga sustancias peligrosas. Pero hay una marca holandesa, cada vez más conocida, que se esconde entre ellas y que se quiere hacer pasar por un líder Detox sin serlo. Es G-Star. Y, ¿cuál es el verdadero rostro de G-Star?

G-Star se presenta a menudo como el buque insignia de la moda holandesa. G-Star experimenta con algodón orgánico, cáñamo sostenible y fibras de ortiga y está tratando de reciclar vaqueros usados. Como “pose” pública, G-Star sobre el uso de sustancias químicas, en su web utiliza expresiones como “vertido cero de sustancias peligrosas para el año 2020”, y en enero de 2012 se unió a un grupo de la industria que está trabajando el tema.

Todo esto parece y suena muy bien, pero la realidad es que unirse a un grupo de la industria no es la solución completa al problema. De lo contrario, los vertidos químicos peligrosos del sector de la ropa y el calzado habrían desaparecido hace décadas y a escala mundial.

En cambio, el uso de sustancias químicas peligrosas sólo se ha comenzado a abordar en las últimas décadas y para poder resolver de manera eficaz la contaminación que genera la fabricación de ropa se requiere que las marcas más reticentes, como G-Star, asuman individualmente su parte de responsabilidad.

La posición pública que declara la empresa tiene muchas lagunas. No incluye un calendario concreto para la eliminación de las sustancias más peligrosas y, a diferencia de otras marcas, G-Star se niega a iniciar un proceso de transparencia y a revelar datos sobre los vertidos de las fábricas que producen su ropa. De esta manera, niegan a las comunidades que viven en torno a las fábricas la información sobre la contaminación que afecta a sus cursos de agua.

Desde junio de 2011, Greenpeace ha tratado continuamente de entablar un diálogo productivo con G-Star, para llegar a un acuerdo responsable, ambicioso y creíble. Pero G-Star ha rechazado estas invitaciones a discutir y buscar una solución real al problema. Parece que la empresa tenía la esperanza de que unas pocas declaraciones públicas fueran suficiente.

Si G-Star realmente quiere ser parte de una solución efectiva y responsabilizarse de su consumo global de sustancias químicas peligrosas debe actuar adoptando un compromiso Detox creíble y demostrar públicamente que lo están haciendo.

El miércoles 23 de enero, durante la inauguración de la Semana de la Moda de Amsterdam, Greenpeace se dirigió a Jos van Tilburg, fundador y Director General de G-Star. Él es quien toma las decisiones, quién tiene el poder de cambiar las cosas para mejor. Desde que su marca se ha convertido en un actor global, está en condiciones de ser un líder Detox de verdad.
Pero primero, tiene que quitarse la máscara.

Por favor, pide con nosotros a G-Star y a su director, Jos van Tilburg, que asuma su responsabilidad y se convierta en un auténtico líder Detox del que se puedan sentir orgullosos sus clientes. Deja un mensaje en su página de Facebook y pídeles un compromiso Detox!
G-Star, enséñanos tu verdadero rostro.

Pavel Klinckhamers (@GP_Pavel) coordina la campaña de Tóxicos en Greenpeace Holanda