Murcia tiene uno de los litorales más extensos y bonitos de España. Casi la mitad de su costa está ocupada por hábitats de interés de la red Natura 2000, con espacios protegidos como Cabo Cope y Puntas de Calnegre; Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila; y Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar. Sin embargo, la Región solo tiene protegido el 26,3% de su litoral

Y uno de esos espacios “protegidos” alberga precisamente uno de los peores ejemplos de urbanismo desordenado de España: la urbanización de La Manga del Mar Menor, situada sobre una frágil barra de arena de 24 kilómetros de longitud. Además, en el Mar Menor desaguan los efluentes de una importante cuenca de agricultura intensiva. El resultado es que, si bien la calidad química de las aguas es teóricamente buena, los vertidos humanos y agrícolas están conduciendo a una grave acumulación de residuos en este pequeño y valioso mar interior. El Mar Menor está en la UCI.

La degradación del Mar Menor no es algo que haya ocurrido de forma repentina, sino un proceso que viene ocurriendo desde hace muchos años ante la pasividad de las administraciones y el caso omiso a las demandas de colectivos ecologistas, vecinales y científicos. Recuperar el Mar Menor es tarea urgente, por el bien de este ecosistema, por el de los murcianos, pero también por motivos económicos. El año pasado, el turismo en la zona se vio afectado por la pérdida de transparencia de las aguas fruto de un proceso de eutrofización debido a los vertidos masivos y continuados de nutrientes procedentes de la agricultura y las altas temperaturas del agua. De hecho el mar Menor ha perdido todas sus banderas azules en sus playas.

Además de una gestión de los residuos de las aguas que llegan a la laguna, se hace imprescindible una regulación urbanística de la zona, desmantelando la parte ejecutada de Puerto Mayor, y reconociendo el valor ambiental, social y paisajśitico de aquellas zonas que aún no están urbanizadas.

Esta reivindicación se enmarca dentro del tour que el barco Esperanza de Greenpeace está haciendo por el mar de Alborán, difundiendo el informe Protección a Toda Costa. En él se alerta de una posible reactivación de la burbuja inmobiliaria cuyas consecuencias serían terribles para el Mar Menor y todo el litoral español.

Firma la petición para evitar que continúe la destrucción de La Manga y el Mar Menor >>

 

Juande D. Fernández. Greenpeace
Feliciano Sáez. Pacto por el Mar Menor