Entre las muchas cosas que conocemos de Corea últimamente hay cosas sorprendentes como cierto baile que se ha puesto de moda, el gangnam style, y otras muchas que te dejan helado. Esta es una de ellas.

En 1982, los países que forman parte de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) firmaron una moratoria para la caza de ballenas, que se hizo efectiva en 1986. Sin embargo, países como Noruega, Islandia y Japón, se escudan en una supuesta “caza científica” para seguir cazando ballenas que posteriormente llegan a su mercado. El verano pasado, en la reunión anual de la CBI, Corea sacudió a la comunidad internacional al anunciar que iba a comenzar con la “caza científica” de ballenas. Si bien la declaración coreana fue apoyada por Islandia, Noruega y Japón, recibió fuerte oposición por parte de las naciones conservacionistas.

Sorprendido por la controversia internacional, el gobierno coreano moderó su posición e informó a los medios que consultaría con los actores involucrados, como la comunidad pesquera, ONG y los gobiernos pertinentes, para tomar una decisión. Sin embargo, existen fuertes actores políticos vinculados a la industria ballenera, que ejercen presión para que el gobierno coreano presente una propuesta oficial, en favor de la “caza científica" de ballenas.

Para estudiar las ballenas no es necesario cazarlas, de hecho es una práctica que jamás genera información útil para el estudio de los cetáceos, y se considera de manera internacional como un fraude, una simple excusa para prolongar la industria en decadencia de la caza comercial de ballenas. Si el 3 de diciembre Corea presenta una propuesta oficial, no habrá forma de detener esta matanza.

En Corea cientos de rorcuales aliblancos que son cazados cada año y su carne se comercializa a lo largo de la costa este, especialmente alrededor de una población llamada Ulsan, donde el Instituto de Investigación de Cetáceos ha establecido su sede, que fue un antiguo puerto ballenero. Esto está haciendo que esta especie, clasificada como protegida, disminuya entre un 5 y un 7% cada año.

Es evidente que Corea no ha renunciado a la "científica" de ballenas, de lo contrario no estaríamos escribiendo este blog. Pero aún hay una oportunidad de pararla. Por esto Greenpeace se ha organizado una masiva campaña internacional y estamos recogiendo firmas que envían una carta al Primer Ministro de Corea, para que no tome la decisión de abrir la caza de ballenas en Corea. Tenemos tiempo hasta el 3 de diciembre para detener esta matanza.

Ayúdanos a evitar que comience esta masacre. Dile al gobierno coreano que tú y cientos de miles de personas están en contra de la caza de ballenas. Envía tu mensaje al Primer Ministro de Corea. Ciberactúa aquí!

Celia Ojeda (@Celia_Ojeda), campaña de Océanos de Greenpeace