Hace ya unos meses que dediqué una entrada de este blog al proyecto de construir en Los Monegros aragoneses un macro-complejo turístico dedicado al juego. Se llamó Gran Scala. La promotora del proyecto, una empresa llamada ILD prometía construir 72 hoteles, campos de golf y 32 casinos, 200 restaurantes y cinco parques temáticos. Todo ello contó en su presentación con el aval público y notorio del Gobierno de Aragón, y la oposición rotunda de los ecologistas.

Exponía en aquel blog por qué, desde el punto de vista ecológico y de gestión del agua, este proyecto se alejaba de cualquier idea de sostenibilidad. Obtuve por ello un buen número de insultos, descalificaciones, e incluso alguna amenaza. Fue mucho mayor, en todo caso, el número de mensajes de apoyo lo cual mostraba el escaso entusiasmo que el proyecto despierta en el público aragonés.

Desde entonces, sin embargo, ni los promotores han presentado el aval de 20 millones de euros, ni se han adquirido los terrenos, ni se ha dado paso alguno que dé al proyecto visos de realidad. Cada vez este asunto empieza a parecerse más a aquel "petromocho" asturiano, que causó más de una dimisión.

Un proyecto tan desmesurado e insostenible nunca debiera haber sido presentado, y mucho menos contar con el aval del gobierno de Aragón. Su apoyo a este proyecto pone de manifiesto cual es su idea sobre la sostenibilidad en la gestión del agua, por más que durante los próximos meses nos venderán más humo en la Expo de Zaragoza.

Pero lo importante ahora es saber quién asumirá la responsabilidad política de todo esto en caso, como parece cada vez más evidente, se confirme que estamos ante un nuevo caso de estafa a gran a escala. De momento los representantes aragoneses ya empiezan a dar pasos para alejarse del proyecto que hace sólo unas semanas avalaron con entusiasmo. Seguiremos el tema.

Juan López de Uralde, director de Greenpeace España