La ciudadanía europea se une frente al glifosato
El objetivo de esta unión es conseguir la prohibición en Europa del glifosato. Para que la Comisión Europea proponga a los Estados miembros la prohibición de este herbicida hace falta la firma de un millón de personas de la UE. Y la ciudadanía europea se ha propuesto lograrlo. Una amplia coalición de organizaciones civiles ha puesto en marcha una Iniciativa Ciudadana Europea (ECI, por sus siglas en inglés) para pedir la prohibición de esa sustancia, la reforma del proceso de aprobación de los plaguicidas y que se fijen objetivos obligatorios de reducción del uso de plaguicidas en la UE. Se ha hecho una petición de firmas on line en la web Greenpeace.org y el hashtag que se está usando es #StopGlyphosate.
Operación Desarme
La exposición de materiales de Defensa en el parque ferial IFEMA era el escenario perfecto para recordarle al Gobierno que la venta de barcos de guerra a Arabia Saudí es ilegal. Frente al estand de la empresa Navantia, la encargada de fabricar las corbetas, Greenpeace desplegó su mensaje. El mismo que, bajo la campaña Armas Bajo Control (junto a Amnistía Internacional, FundiPau, Greenpeace y Oxfam Intermón) llevamos repitiendo: España podría convertirse en cómplice de la muerte de civiles en Yemen.
Las ONG advierten al Gobierno español del riesgo manifiesto de que las corbetas puedan utilizarse para llevar a cabo ataques militares directos a la población civil, ataques indiscriminados o para mantener el bloqueo naval -que impide el acceso de la ayuda humanitaria- al que Arabia Saudí somete a Yemen desde el 25 de marzo de 2015, violaciones todas ellas graves del derecho internacional. Según la ONU, hasta finales de 2016 el conflicto de Yemen ha provocado más de 7.000 muertes, la mitad de ellas de civiles, y más de 38.000 heridos.
CETA
El polémico acuerdo comercial entre la Unión Europea y Canadá se firmó finalmente el pasado 14 de febrero. El llamado TTIP canadiense aumentará el flujo de inversiones, el comercio y el poder de las grandes empresas. Según ha declarado Cuca Hernández, portavoz de Greenpeace. ”El CETA considera barreras comerciales a las salvaguardas para la salud y el medio ambiente, trata de establecer tribunales para garantizar las ganancias de las grandes multinacionales y desregulariza muchos aspectos que tienen relación con los servicios públicos y los derechos laborales. Aunque nos lo quieran vender como un intento de gobernar la globalización, el CETA ahonda la actual crisis global de desregulación del mercado y el empleo”. Permaneceremos alertas y vigilantes para denunciar la vulneración de nuestros derechos frente a las grandes corporaciones.