Magazine / marzo 2017

Aceite de palma: preguntas y respuestas

© John Cobb / Greenpeace

Patatas fritas, cosméticos, pizzas, galletas, cremas de cacao... el aceite de palma está presente en multitud de productos de alimentación y belleza. Pero tras estos productos puede esconderse un grave problema medioambiental y social. Resolvemos algunas dudas sobre este popular y controvertido aceite.

¿Qué es y de dónde proviene?

Es el aceite más utilizado del mundo. Se produce a partir de los frutos de la palma africana (Elaeis guineensis). Se cultiva en regiones tropicales, principalmente Indonesia y Malasia, con el 85% de la producción. También en Papúa Nueva Guinea, Colombia, Tailandia, Camboya, Brasil, México y África occidental.

¿Por qué se consume tanto?

Su precio y versatilidad lo hacen muy deseado. Es el más barato del mercado. España es el tercer país europeo que más lo consume. Según datos de la OCDE, cada ciudadano europeo consume al año 59,3 kilos de aceite de palma.


¿Para qué se usa?

En multitud de productos:
• Cremas y coberturas
• Productos para untar (cremas de cacao, margarinas, queso en crema…)
• Patatas fritas, snacks, galletas y bollería industrial
• Precocinados
• Productos de limpieza, jabones y detergentes
• Cosméticos
• Velas

¿Qué marcas lo utilizan?

No se sabe con certeza pero algunas son: Unilever (Frigo, Flora, Signal, Dove,...)  Colgate-Palmolive, Johnson & Johnson, PepsiCo, algunos productos de Nestlé, Kellogg’s, L’oreal, Burger King, McDonalds y un largo etcétera.

¿Cómo lo podemos reconocer en la etiqueta?

El aceite de palma o palmiste a veces se camufla detrás de su nombre científico, Elaeis guineensis, o cualquier palabra con la raíz palm (Sodium Palmitate; palmitato; Palmoleina, Palmolein, etc.). También otros ingredientes: alcohol cetílico, lauril sulfato de sodio, estearatos, sulfato de alcohol graso, glicerina, glicerol, equivalente de mantequilla de coco, sustituto de mantequilla de coco, etc. pueden contener derivados de este aceite.

¿Porqué es un problema?

Efectos para el medio ambiente
Según el Programa medioambiental de Naciones unidas, las plantaciones de aceite de palma son la principal causa de la deforestación en Malasia e Indonesia, tal y como Greenpeace lleva años denunciando.

Indonesia ha perdido una superficie de selva tropical equivalente al tamaño de Alemania, con dramáticas consecuencias para especies en peligro que viven ahí, como los orangutanes. También provoca, debido a los incendios, grandes emisiones de CO2 que contribuyen al cambio climático.

Efectos sociales
Amnistía Internacional ha denunciado violaciones de derechos humanos como trabajo infantil, explotación y trabajadores intoxicados por productos prohibidos. Además, desplazamiento de poblaciones indígenas, amenazas, asesinatos…

Efectos en la salud
Los investigadores señalan que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, porque incrementa el colesterol LDL (el denominado ‘malo’). También existen estudios que lo vinculan con la aparición de metástasis.

Texto Marta San Román