Desde las ONG y la ciudadanía hemos luchado ampliamente contra el TTIP, el tratado de comercio e inversiones entre EE.UU. y Europa y, gracias a la complejidad y lentitud de sus negociaciones, la filtración de sus papeles secretos, la oposición social y la negativa de algunos representantes europeos, podemos decir que está enormemente debilitado y abocado a su desaparición.
No obstante, el CETA, el acuerdo comercial y de inversión entre la UE y Canadá, está muy avanzado e incluso ha sufrido un proceso de aceleración, ya que algunos políticos del Parlamento Europeo quieren aprobarlo rápidamente, pese a las grandes preocupaciones que ha levantado. De aprobarse, podría ser utilizado por las multinacionales de EE.UU., a través de sus filiales en Canadá, para que se sirvan de las injustas normativas que el CETA pretende poner en práctica.
Así las cosas, la preocupación se centra ahora en el CETA y el TISA, el acuerdo Acuerdo sobre Liberalización de Servicios centrado en facilitar el comercio de servicios entre 23 países. Juntos, los firmantes del TISA tendrían en su mano aproximadamente el 70% de los servicios globales, desde los operadores de telefonía móvil, hasta los hospitales y la energía. Este tratado preocupa especialmente porque varias filtraciones de sus documentos por parte de Greenpeace han confirmado que supone una amenaza para los estándares de seguridad de protección de datos europeos. Corporaciones como Google o Facebook, cuyo negocio está basado en el empleo de datos personales, ganarían mucha más influencia tras este acuerdo. Otro ejemplo de su aplicación: un país no podría supervisar el software de una central nuclear para vigilar posibles riesgos de seguridad.
Contra los tratados injustos
Miles de personas en toda España se manifestaron en sus ciudades el 15 de octubre bajo el lema “Las personas y el planeta por encima de las multinacionales”. En la de Madrid una enorme cadena recorrió la marcha simbolizando políticas que nos encadenan a la pobreza y la degradación medioambiental y se cortó al final para mostrar que juntos conseguiremos romper la tendencia.
Nos mojamos contra los acuerdos
Para convocar a la ciudadanía a la manifestación del 15 de octubre, activistas de Greenpeace desplegaron días antes una pancarta en el Parque del Retiro de Madrid con el mensaje “TTIP hundido, CETA tocado”. La iniciativa se enmarcó dentro de la semana de acción “Otoño en Resistencia” organizada por la Campaña No al TTIP y la Semana de Lucha contra la Pobreza, convocada por la Alianza contra la Pobreza.
Texto Mónica Ortega