“Para frenar definitivamente el cambio climático resulta imprescindible empezar ya una transición hacia un modelo exclusivamente
renovable”
“El cambio climático es el mayor reto medioambiental al que se enfrenta la sociedad actual (...). Es muy importante recordar e insistir en que las medidas de mitigación no son incompatibles, en absoluto, con el crecimiento económico y el desarrollo de los países”. Mientras la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, pronunciaba este discurso en la inauguración de la feria Carbon Expo de Barcelona el pasado mayo, un representante de Greenpeace desplegó en silencio una pequeña pero contundente pancarta ante el público: “Salva el clima. 100% renovables”. Recordaba así a Tejerina y a todos los ahí presentes que la solución definitiva al cambio climático no está solo en conseguir un modelo bajo en emisiones, sino que resulta imprescindible una transición hacia un modelo basado exclusivamente en energías limpias y ahorro energético.
La ministra continuó su discurso y el activista fue invitado a salir de la sala. Llegó el momento de la foto de familia de esta feria internacional sobre el mercado de emisiones de carbono, ese en el que, al estilo de la Bolsa, se compra y vende el derecho a emitir una tonelada más o una tonelada menos de CO2. Posaban junto a Tejerina el Rey Felipe VI, la vicepresidenta del Banco Mundial, Rachel Kyte, y el comisario europeo de Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, entre otras personalidades. Entre flash y flash, otra representante de Greenpeace emergió una vez más para asegurarse de que todo el mundo leía el mensaje: “Salva el clima. 100% renovables”.
Y es que mientras el lobby energético en España presiona para que los combustibles fósiles y la energía nuclear sigan percibiendo subvenciones (la última, de 405 millones de euros para prolongar el carbón), la organización ecologista acudió a Barcelona para denunciar los entresijos de “El Monstruo de la Energía”.
Bajo ese título, Greenpeace recoge “12 claves para salvar el clima que las grandes compañías energéticas (y algunos políticos) no quieren que sepas”. Con la cumbre del clima en París a la vuelta de la esquina, Greenpeace quiere que la ciudadanía conozca lo mejor posible lo que está en juego y pida a los políticos que actúen en consecuencia.
El mercado de emisiones de carbono sobre el que giraba la feria de Barcelona el pasado mayo se inventó en Kioto con la intención de multar de a los países que no cumplieran su compromiso de reducir emisiones. Pero la organización ecologista denuncia que en la práctica se ha convertido en un mercado de oferta y demanda en el que se puede llegar a comprar el derecho a emitir una tonelada más de CO2 por solo tres euros (este fue el precio más bajo, que se alcanzó en 2013). España ha gastado entre 2008 y 2012, coincidiendo con cinco años de la crisis económica del país, 800 millones de euros por incumplir el tratado de Kioto. Además, España gasta más de 158 millones de euros cada día para importar energía que tiene en casa con todo su potencial en renovables.
Greenpeace estuvo muy presente la última semana de mayo en la Ciudad Condal para denunciar estos y muchos más datos. Un grupo de voluntarios llevó la solución renovable al festival Primavera Sound que se celebraba esos mismos días ahí con unos originales puntos de recarga solares para los móviles.
“Cientos de visitantes recargaron gratuitamente sus teléfonos móviles en un árbol solar que llevamos al festival para demostrar, una vez más, lo accesible y barata que es en realidad la energía 100% renovable”, remarca Virginia Rabal, portavoz de Greenpeace en Catalunya.
La organización se despidió de los asistentes a la Carbon Expo proyectando un mensaje para parar al Monstruo de la Energía en la noche barcelonesa sobre las Torres Venecianas que daban la bienvenida a la feria. Para poner fin a barreras impuestas en la lucha contra el cambio climático como las que denuncia el informe y pedir a los representantes políticos que defiendan un compromiso 100% renovable en la cumbre de París, Greenpeace recoge firmas en greenpeace.es/renovablesya.
¿Será Canarias pionera del 100% renovables?
“Ni más prospecciones amenazando la riqueza de esta tierra y el modo de vida de sus habitantes, ni más gas como falsa solución a la dependencia energética de las islas. Canarias tiene todo lo que necesita para ponerse a la cabeza de la energía del futuro, que es la renovable, y convertirse en un ejemplo mundial para la lucha real contra el cambio climático”. Con estos argumentos, la responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, Marina Bevacqua, arrancó el compromiso por unas Canarias 100% renovables de todos los partidos canarios que se presentaban a las elecciones autonómicas, menos del Partido Popular y Ciudadanos (este último dejó en el aire su firma).
Los dos partidos que conforman el nuevo Gobierno en el archipiélago, Coalición Canaria y PSOE, deben crear ahora medidas concretas para ser fieles al Manifiesto por unas Canarias renovables que firmaron con la organización ecologista. En otoño, Greenpeace facilitará al nuevo Ejecutivo y a los partidos en la oposición un informe con toda la información técnica necesaria para el desarrollo de las energías renovables y el abandono de los combustibles fósiles en las islas.
¡Despierta!
Juana tiene once años. Se pregunta qué planeta le dejarán sus mayores en herencia. Carlos Almarcha es un agricultor de Murcia. Él ya está notando cómo el cambio climático afecta a sus cosechas. Tata Keita es maliense y le cuesta comprender un mundo consumista mientras el hambre acecha sin descanso a sus compatriotas. Son las voces que representaron a la nueva Alianza por el Clima en su presentación esos mismos días. Es la mayor coalición jamás creada en España para combatir el cambio climático, fiel reflejo de que cada vez son más las personas que demandan un giro decidido para un futuro sostenible.
De hecho, el último fin de semana de mayo miles de personas en 30 países y 15 ciudades en España se echaron una siesta colectiva en la calle para pedir a los más rezagados “despertar para salvar el clima y exigir renovables ya”. Los más atrevidos, almohada en mano y en pijama. Era la primera gran manifestación mundial por el clima convocada este año de cara a la cumbre de París. Las siguientes serán el 26 de septiembre y 29 de noviembre.