“Yo, que también he sido voluntaria, puedo aseguraros que el Open Boat (jornada de puertas abiertas) es una de las actividades con las que se sueña hacer cuando estás en Greenpeace. Que uno de los barcos visite tu ciudad y que tengas la oportunidad de enseñarlo a la gente es algo que no tiene precio. No hay mejor lugar ni momento para explicar el trabajo de la organización, las campañas que hacemos, los rincones más emblemáticos del barco, sus historias y leyendas.
Cuando pregunto a los voluntas qué ha sido lo mejor de estos días, me han dicho: ‘la gente te escucha y te mira con emoción, una mujer me abrazó y me dio las gracias, casi con lágrimas’; ‘el ambiente es muy especial, porque sientes el cariño de la gente y la entrega de la tripulación’.
El Rainbow Warrior tiene algo de mágico que nos fascina, yo creo que despierta el alma del guerrero que todos y todas tenemos dentro. Basta ver el recibimiento de la flotilla o las colas de gente que se forman bajo el sol.
Las muestras de cariño que nos transmitís son motivo más que suficiente para seguir trabajando dando el máximo, vosotros sois la fuerza que empuja las velas de este guerrero y que cambiará el rumbo de este frágil planeta”.
Virginia Rabal, coordinadora de movilización y delegada en el País Valencià, Illes Balears y Catalunya @VirginiaRM_