Si vives en Aranda de Duero diferentes convoyes con residuos radioactivos podrían pasar al lado de tu casa. Si vives en cualquiera de los otros 215 municipios marcados en este mapa también podría sucederte. Y es que el plan del Gobierno para gestionar los residuos que generan las nueve centrales nucleares españolas es construir un Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas, Cuenca.
Acción con bidones “radioactivos” en el Kilometro Cero, en la céntrica Puerta del Sol, en Madrid.
© Greenpeace / Pablo Blázquez
Si se lleva adelante este proyecto nos enfrentaremos, entre otros, al problema del transporte de 40 camiones al año con estos residuos por media España, con el alto riesgo de accidente que esto conlleva. Los más de 200 municipios no han sido informados ni consultados sobre el proyecto del cementerio nuclear y sus peligros. Por otra parte, el ATC supondría un despilfarro económico: 1.000 millones de euros, que asumiría Enresa (es decir, toda la ciudadanía), frente a los 20 millones que cuesta aproximadamente cada almacén individualizado (ATI) creado en cada la central. Estos ATI además ya están construidos o en proyecto en ocho de las nueve centrales españolas.
Y es que el proyecto está lleno de irregularidades. En la actualidad el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ya ha tramitado su informe para la autorización previa para el emplazamiento sin atender el dictamen de sus técnicos y ha iniciado la licitación de la obra civil sin tener aún todos los preceptivos informes previos.
En Greenpeace luchamos por conseguir la moratoria a este proyecto y hemos incluido en nuestra web una versión interactiva de este mapa, con las rutas y los puntos negros de las carreteras, desde la que se puede mandar un mail tipo a las alcaldías de los municipios afectados para pedirles que se sumen a una moratoria para el ATC.
Hemos realizado también el dossier El viaje de los residuos nucleares al ATC. Un riesgo innecesario para 216 municipios en el que detallamos el peligro que los transportes supondrían: irradiación a las personas próximas a los contenedores, riesgo de accidentes, los contenedores de transportes no son invulnerables, es casi imposible la prevención de un sistema de evacuación en caso de accidente...
Otra de las acciones que se han llevado a cabo para denunciar el proyecto del cementerio nuclear ha sido la protagonizada por activistas que han llevado bidones “radioactivos” a la Puerta del Sol, en Madrid. Los participantes, ataviados con monos, máscaras y pancartas han representado así, desde el Kilómetro Cero, el peligro que supondría esta ruta radioactiva.