Una vez lanzada la campaña, comenzó a desatarse la locura en redes sociales. Los candidatos retratados no tardaron en reaccionar públicamente a la través de Twitter
Todos hemos sido niños, hemos mirado a nuestro alrededor con inocencia, cargados de buenas intenciones. Todos, hasta los políticos. Por ello Greenpeace devolvió a la infancia a los principales candidatos a las elecciones presidenciales, retratándolos como esos pequeños que algún día fueron para pedirles que no se olviden de la protección del medio ambiente.
Adelantando el inicio de campaña, activistas de la organización llevaron a cabo una peculiar pegada de carteles electorales, al estilo Greenpeace, por algunas de las calles más emblemáticas de Madrid. Los habituales rostros sonrientes de los candidatos y sus promesas electorales fueron sustituidos por sus versiones infantiles que les recordaban, desde la inocencia que un día tuvieron, que pueden hacer las cosas bien.
Así, un tierno Rajoy evocaba que quería ser presidente para proteger las playas gallegas, Pedro Sánchez que siempre cuidaría de la Naturaleza, Albert Rivera que defendería el planeta, Pablo Iglesias que luchará por un mundo verde y Alberto Garzón que no dejaría que contaminen. ¿Dónde han quedado esos buenos propósitos?
Una vez lanzada la campaña, comenzó a desatarse la locura en redes sociales. Los candidatos retratados no tardaron en reaccionar públicamente a la través de Twitter: Rivera fue el más madrugador y el primero en contestar, compartiendo su propia foto de la niñez y posteriormente felicitando por la campaña e inluso ofreciendo una reunión para compartir propuestas.
Poco más tarde, Garzón también compartía en sus redes sociales la campaña, dando las gracias a Greenpeace y pidiendo la defensa de nuestro planeta desde la Ecología Política para posteriormente comparar su propia foto de pequeño con la de su alter ego “verde”.
Sánchez fue el siguiente, con una foto en la que aseguraba su compromiso de hacer un país más habitable y sostenible. Finalmente llegó la reacción de Iglesias, que con una foto suya en la que “aún no le había crecido el pelo” prometía proteger el medio ambiente de la especulación.
El último en contestar fue Mariano Rajoy, el presidente lanzaba un sorprendente tuit en el que presumía de “compromiso cumplido con el medio ambiente”, olvidándose de su desastrosa gestión ambiental en los últimos cuatro años, con actuaciones como la ley de Costas, la ley Mordaza, la ley de Montes o el “impuesto al sol”. Greenpeace considera que, a diferencia del resto de candidatos, el Sr. Rajoy ya ha tenido una legislatura para demostrar cuál es su compromiso real con el medio ambiente y el balance deja mucho que desear.
Pero la respuesta en redes sociales no vino solo de la mano de los candidatos retratados, otros políticos que no aparecían en la campaña también quisieron sumarse: Juan López de Uralde, de Equo; Pablo Echenique, de Podemos o Andrés Herzog, de UPyD, aceptaban también el reto de Greenpeace. Políticos de todos los colores, personalidades del mundo de la música o de la cultura, como Alejandro Sanz, medios de comunicación de toda índole, las redes sociales explotaron con los minicandidatos, con bromas y versiones de todo tipo incluidas.
Sin duda, los pequeños políticos consiguieron algo inédito: meter el medio ambiente en campaña, que los cinco candidatos mostraran interés por defender el medio ambiente, que cada uno de ellos se esforzase por mostrar su lado más verde. Pero ¿realmente les importa? ¿Van a incluir compromisos firmes en sus programas? Y cuando legislen ¿se acordarán de ellos? Habrá que esperar para ver si las buenas intenciones se concretan con medidas reales, con hechos. Permaneceremos alerta, para ver así si nuestros políticos, como aseguraba Antoine de Saint-Exupéry, procuran que el niño que fueron no se averguencen del adulto que son.
Las diez demandas de Greenpeace para los políticos de cara a las elecciones
1 Reformar la Constitución para que el derecho a un medio ambiente saludable sea un derecho fundamental. Esto incluye, por otra parte, la eliminación de las tasas judiciales para el acceso universal y gratuito a la justicia
2 Derogar las disposiciones del Código Penal y de la Ley de Seguridad Ciudadana que sancionan penal y administrativamente acciones de protesta pacífica para garantizar que la ciudadanía y las organizaciones como Greenpeace puedan movilizarse sin que esto les exponga a causas judiciales y multas.
3 Llevar a cabo una reforma del sector energético que, para combatir eficazmente el cambio climático, se fije como objetivo alcanzar para 2050 un suministro del 100% de la demanda de energía final total con energías renovables.
4 Eliminar las subvenciones y no renovar o conceder nuevas licencias de exploración y explotación para las energías fósiles, responsables del cambio climático, o inseguras como la nuclear.
5 Adoptar medidas que garanticen el cumplimiento de los objetivos europeos y lleguen más allá de los compromisos comunitarios en materia de emisiones que, para alcanzar el logro del 0% en 2050 establezca períodos intermedios con objetivos concretos evaluables.
6 Establecer una hoja de ruta hasta 2020 que permita incrementar al 30% la superficie (SAU) dedicada a la agricultura ecológica y el consumo interno de productos locales y ecológicos, reducir el 30% del uso de plaguicidas químicos de síntesis, empezando por la prohibición de aquellos que presentan un mayor riesgo para la salud humana y la biodiversidad, y reducir al menos el 30% de la superficie cultivada con transgénicos.
7 Impulsar medidas para la protección de las masas forestales tanto en España como a nivel global, que incluya la gestión forestal de los montes españoles, adaptando los montes a los nuevos escenarios de cambio climático, compatibilizando la conservación del suelo y la biodiversidad con los aprovechamientos forestales, incluida la biomasa para uso energético. La reducción del número de incendios forestales mediante la mejora de la investigación, la persecución de los incendiarios y la búsqueda de alternativas al uso del fuego en el medio rural. Y, finalmente, la trasposición a la legislación española las disposiciones necesarias para la aplicación del reglamento europeo contra el comercio de madera ilegal.
8 Llevar a cabo una reforma de la regulación del sector pesquero para su adaptación a la Política Pesquera Común de la Unión Europea que cuente con la participación activa de todos los actores interesados para lograr el 100% de sostenibilidad del sector pesquero en España en los próximos 10 años.
9 Derogar la ley de Costas de 2013 y coordinar la acción de todas las administraciones y poderes públicos para la correcta aplicación de las disposiciones anteriores a esta reforma para garantizar la protección efectiva del litoral costero español promoviendo el desarrollo de una gestión integrada y sostenible de la costa.
10 Anteponer la defensa de los bienes comunes en la negociación de compromisos internacionales, comenzando por oponerse al estado actual de las negociaciones del TTIP y apoyar la protección del Ártico participando activamente en el apoyo a las iniciativas internacionales que conduzcan a la protección de las aguas fuera de jurisdicción nacional.
Marta San Román
Responsable de Comunicación