Mejor sin plásticos
El plástico ha inundado nuestra vida diaria. En tan solo unas décadas ha pasado a ser omnipresente en todo tipo de objetos y materiales por sus características y bajo precio. Podemos encontrarlo en envases de productos, en los propios ingredientes de cosméticos, en el textil de la ropa, en materiales de construcción y en multitud de utensilios y objetos. Y, al igual que su producción, el aumento de residuos de plástico se ha incrementado de forma dramática.
Como consecuencia de una mala gestión de los residuos o de su abandono, unos 8 millones de toneladas de plásticos acaban en los mares y océanos anualmente, formando el 60-80% de la basura marina, en su mayoría en forma de microplásticos (fragmentos inferiores a 5 mm). Se desconoce la cantidad exacta de plásticos en los mares, pero se estima que hay unos 5-50 billones fragmentos de plástico, sin incluir los trozos que hay en el fondo marino o en las playas. Es un problema global que está aumentando de forma alarmante.
La producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años, y en especial en las últimas décadas. Se estima que en 2020 se usará un 900% más de plástico que en 1980. Parte de este plástico termina en las vías fluviales y en los océanos.
Debido a que el plástico es muy persistente y se dispersa fácilmente, podemos encontrar plásticos en todos los océanos del mundo, desde el Ártico hasta la Antártida. Este plástico causa estragos en la vida marina: enredos, asfixia, estrangulación o desnutrición (tras ser ingeridos y bloquear el estómago o intestino del animal). Recientemente se ha puesto un foco especial en la problemática particular de los microplásticos, fragmentos inferiores a 5 mm provenientes de la rotura de piezas más grandes o fabricadosn directamente en ese tamaño. Estos microplásticos son ingeridos por la fauna marina, y pasan a formar parte de la cadena trófica, pudiendo llegar hasta el ser humano.
¿Qué soluciones hay?
La reducción en el consumo de plástico es responsabilidad de todos, tanto de quienes fabrican el producto, quienes lo consumen y las administraciones que gestionan los residuos. Varios países como Holanda, Alemania, Croacia o Canadá tienen implementado un sistema de retorno de envases que permite su recuperación. Otros países como Francia, Marruecos o China han implementado prohibiciones al uso de determinadas bolsas de plástico. Por otro lado, Estados Unidos o Australia ya tienen leyes que prohíben el uso de microesferas de plástico.
¿Qué está haciendo Greenpeace?
Greenpeace le pide al Gobierno español:
• Eliminar el abandono de envases y garantizar su correcto reciclado mediante la implementación de sistemas de retorno de envases.
• Prohibir el uso de microesferas de plástico.
• Establecer las medidas necesarias para implantar la Directiva Europea sobre las bolsas de plástico de un solo uso para noviembre de 2016.
• Fomentar medidas basadas en la economía circular, que apuesten por la reutilización de la materia prima y nuevos materiales con menor impacto ambiental.
¿Qué puedes hacer tú?
- Firma la petición para exigir al Gobirno español que proteja los océanos de los plásticos.
- Con estos sencillos gestos puedes reducir la contidad de plástico que utilizas:
- Evita las bolsas de plástico de un solo uso. Utiliza bolsas de tela, cestas o carros.
- Prioriza la compra de botellas y envases reutilizables y/o retornables.
- Comprueba los ingredientes de tus cosméticos y evita los productos con microplásticos: polietileno (PE), polipropileno (PP), PET, PMMA y/o nylon.
- Rechaza envases y utensilios de un solo uso como vasos, cubiertos o pajitas.
- Deposita los residuos plásticos en el contenedor adecuado. Evita artículos con exceso de embalaje (ej. bandejas de poliespan plastificadas). Y prioriza los productos a granel.