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Los sebadales canarios y el puerto de Granadilla

Página - noviembre 4, 2010
El proyecto de construcción de un puerto industrial en el sureste de la isla de Tenerife amenaza toda la costa sur. El proyecto carece de cualquier justificación ambiental, social o económica y ha supuesto la mayor movilización social contra una infraestructura en las Islas Canarias.

Costa de Granadilla (Tenerife)

El proyecto publicado en 2001 planea la construcción de un puerto industrial en el Espacio Natural Protegido de los Sebadales del Sur de Tenerife. Los sebadales son uno de los ecosistemas marinos más importantes de las Islas Canarias y están formados por praderas submarinas de la planta Cymodocea nodosa. Estas praderas se extienden a lo largo de todo el área protegida y conforman el mayor bosque sumergido de la isla, en donde crían y se reproducen innumerables especies de interés pesquero y al que se encuentran asociadas otras especies protegidas como la tortuga boba (Caretta caretta).

Además la construcción del puerto supondría la desaparición de seis kilómetros de las mejores playas naturales de las isla (el Médano, la Jaquita, la Pelada y la Tejita) y el peligro directo de contaminación marina al resto de la isla con grave riesgo de mareas negras.

Existen ocho alternativas diferentes de crecimiento portuario en el vecino puerto de Santa Cruz de Tenerife, que ya está integrado en el espacio urbano y que no funciona al 100% de su capacidad. Recientemente, el gobierno canario ha descatalogado en su nuevo Catálogo de Especies Protegidas de las Islas Canarias al sebadal, al incluirlo en una nueva categoría de “De interés para los ecosistemas canarios” que permitiría la afección a una especie de esta categoría en el caso de una actuación de interés público, como sería la construcción del puerto.
La aprobación del catálogo se ha realizado sin un proceso de participación pública y sin ningún tipo de argumentación científica.

Con esta medida se pretende esquivar la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias que paralizó las obras del puerto por su afección a especies y hábitats amenazados.

Greenpeace ha denunciado, junto con otras ONG, la aprobación de este catálogo ante el Defensor del Pueblo.

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