Ciencia
La ciencia no duda ya de la estrecha relación entre las concentraciones atmosféricas de los gases de efecto invernadero generadas por la actividad humana y los cambios observados recientemente en el clima.
Existe un amplio consenso científico, muestra de ello es el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), grupo auspiciado por las Naciones Unidas que reúne cerca de 3.000 expertos en estas cuestiones y que en su Cuarto Informe de Evaluación “Cambio Climático 2007” deja firmemente establecido que el ser humano es el responsable principal del calentamiento global registrado en los últimos 50 años.
El principal culpable del aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera es el proceso de industrialización iniciado hace siglo y medio y, en particular, la combustión de petróleo, carbón y gas para producir energía, la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola. Estas actividades han aumentado enormemente el volumen de "gases de efecto invernadero" de forma muy rápida en la atmósfera, sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso.
En este sentido, el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático define el cambio climático como un cambio del clima atribuido –directa o indirectamente– a la actividad humana, que altera la composición de la atmósfera y que se suma a la variabilidad climática natural observada en periodos de tiempo incomparables.