El lema con el que Barack Obama ganó las elecciones en EE UU ha tomado un nuevo significado esta mañana en Oslo. Fueron las primeras palabras que usó el ministro noruego de Cooperación Internacional, Erik Solheim, paras dirigirse a la asamblea plenaria de la CMC (Coalición contra las bombas de racimo, por sus siglas en inglés).
Nieva sin cesar, pero esto no ha sido impedimento para que 250 personas, representantes de la sociedad civil de más de 70 países, estemos aquí conteniendo el aliento ante el acontecimiento que nos espera. Mañana se firma el Tratado internacional contra las bombas de racimo, por el que llevamos más de dos años luchando. Puede sonar a exageración, pero no lo es: es el instrumento legal más importante que ha adoptado la comunidad internacional, en más de una década, en materia humanitaria y de desarme.
Algunos dijeron que era una utopía cuando comenzamos. Pero el proceso de Oslo ha demostrado que con la voluntad necesaria, en un plazo tan corto como dos años se puede lograr uno de los Tratados internacionales más avanzados hasta la fecha. Ingredientes para lograrlo: un grupo de Gobiernos comprometidos y decididos a avanzar (principalmente Noruega, pero también Austria, Nueva Zelanda, Perú…); un proceso de diplomacia abierta fuera de los cauces convencionales; y una sociedad civil diversa pero con una causa común. Lograr la prohibición de uno de los armamentos más letales contra los civiles. Dentro de muy poco esto será un hecho, y esto cambiará la vida de mucha gente en todo el mundo que ya no tendrá que sufrir los letales efectos de estas armas.
Hoy comienzan a llegar las delegaciones gubernamentales y mañana a las 10.00h. se pondrá en marcha la ceremonia. Hablarán primero el presidente del Gobierno noruego, y luego representantes de la ONU, el CICR y la CMC. A continuación cada Gobierno irá expresando su posición y pasará a firmar el Tratado, en presencia de representantes de la sociedad civil de ese país. Nosotros esperamos al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Además, hoy la ministra de Defensa, Carme Chacón, ha anunciado que España destruirá sus arsenales en siete meses.
El ambiente entre las organizaciones que estamos aquí es de alegría y máxima expectación. A los que dijeron que no se podía: “yes, we can”.
Desde Oslo, Mabel González, responsable de la campaña de Desarme de Greenpeace.