Era 20 de agosto de 2006, la historia había comenzado ya a finales de de 2005, muchos meses antes, pero en Abiyán (Costa de Marfil) no lo sabían todavía. El buque Probo Koala había llegado a puerto portando en sus bodega una carga de residuos tóxicos que serían transportados al vertedero de Akouédo y acabarían dispersos finalmente por 18 lugares diferentes de la ciudad.
En pocas horas un olor nauseabundo había inundado la ciudad y en algunas horas más los servicios de salud de la ciudad estaban colapsados. Nauseas, vómitos, dolor de cabeza, dolor abdominal, hemorragia nasal, irritación de piel y ojos, un cuadro clínico repetido decenas de veces y por el que se atendió a más de 100.000 personas. El gobierno declaró que se produjeron entre 15 y 17 muertes por esta causa. ¿Qué había pasado?
Los marfileños conocieron demasiado de cerca las consecuencias de “abandonar” unos residuos tóxicos y no concederles la gestión apropiada. Y lo que entonces no conocían en Abiyán era que su ciudad sólo eran el destino final de un largo recorrido de un buque, el Probo Koala, por la decisión de una empresa, Trafigura, de ahorrar costes en la gestión de residuos.
Trafigura generó los residuos tóxicos al llevar a cabo una operación de “refinado” de una gasolina sin refinar, nafta de coquización, a bordo del Probo Koala. En la empresa sabían que esos residuos eran peligrosos pero no quisieron pagar el precio de gestión que les pedían en Amsterdam. Encontraron más adecuada, y desde luego más barata, la gestión de los residuos en Costa de Marfil, aun sabiendo que la empresa contratada no tenía capacidad para tratar esos desechos tóxicos.
Los residuos fueron ilegalmente exportados de Europa, de manera ilegal se llevaron a Abidjan, en Costa de Marfil, y allí se vertieron ilegalmente. Numerosas leyes tanto nacionales como internacionales se ignoraron para llegar a ese desenlace catastrófico.
Ahora, con tratamiento médico y el tiempo, los síntomas han disminuido, pero para muchos en Abiyán, el miedo persiste. Han pasado seis años y todavía se desconoce qué había en los residuos que provocó este desastre sanitario, los afectados no han sido compensados de forma correcta y, aunque Trafigura fue condenado en un tribunal holandés de exportación ilegal de residuos desde los Países Bajos, la empresa nunca se ha enfrentado cargos por el vertido en Costa de Marfil.
Amnistía Internacional y Greenpeace presentan una investigación que analiza la cadena de errores, vulneraciones de la ley y fracasos administrativos que permitieron este vertido tóxico. En el informe La verdad Tóxica (en inglés) se incluyen demandas y propone medidas para que las multinacionales no puedan evadir la justicia y sean totalmente responsables de los abusos que cometen.
El vertido de residuos tóxicos en Abiyán no es sólo un ejemplo de crimen corporativo, sino de una interminable parodia de la justicia a la que se enfrentan en demasiadas ocasiones los afectados por los multinacionales. Esto debe dejar de ser así. Acabemos con esta historia.
Sara del Río (@saradrio), responsable de la Campaña de Tóxicos de Greenpeace.
- Resumen en español del informa The Toxic Truth
- CRONOLOGÍA. Vertido de residuos tóxicos en Costa de Marfil
- El informe La verdad Tóxica (en inglés)