Me levanto un sábado por la mañana con la intención de contribuir con mi pequeño granito de arena para salvar a las abejas. Este fin de semana llenaré de color mi jardín con flores atractivas para las abejas. Voy al centro de jardinería más cercano de mi casa y compro lavanda, campanillas, caléndula… y de repente me pregunto ¿y si han sido tratadas con productos peligrosos para las abejas?
Menos mal que me paré a pensar antes de pagar, y es que las plantas ornamentales están altamente contaminadas con plaguicidas tóxicos para las abejas e incluso con plaguicidas ilegales. Esta es la triste realidad que revela el reciente informe de Greenpeace Un Edén tóxico: venenos en tu jardín a través del cual se han analizado plantas ornamentales de 10 países europeos. Los resultados encontrados son demoledores: ¡casi el 80% de las plantas estaban contaminadas con plaguicidas tóxicos para las abejas y el 98% de las muestras contenían residuos de plaguicidas!
Además, muchas de las muestras estaban contaminadas con un cóctel químico que potencia los efectos tóxicos de estos plaguicidas, algo que no se tiene en consideración en las evaluaciones de riesgo que se llevan a cabo para autorizar estos productos, donde se evalúa cada sustancia individualmente y además no se tienen en consideración los efectos en los insectos polinizadores.
Incluso los tres neonicotinoides cuyo uso fue restringido el año pasado en la UE para evitar que las abejas estén expuestas a sus efectos dañinos, fueron encontrados en casi la mitad de las plantas. El imidacloprid, el producto estrella de Bayer, fue el más encontrado, pero también se encontró tiametoxam y clotianidina de Syngenta, entre otros productos.
Este informe pone en evidencia que las restricciones europeas, que tienen como objetivo salvaguardar la salud de las abejas, y otros polinizadores deben ser reforzadas. Deben ser prohibiciones totales, sin permitir cualquier tipo de uso, y definitivas, no solo por dos años y ampliadas a otras sustancias.
Este informe es una pieza más de la campaña europea de Greenpeace para salvar a las abejas y a la agricultura y tú también nos puedes ayudar: firma para pedir a los responsables políticos que prohíban todos los plaguicidas tóxicos para las abejas y que apoyen decididamente la agricultura ecológica.
Pero yo no me vine sin nada en las manos, me compré plantas y semillas ecológicas, y mi jardín quedó precioso. Pide a tu proveedor que ponga fin a la venta de productos tóxicos para las abejas, incluso en su cadena de suministro y que aumente la oferta de productos ecológicos. Esta es la única solución con futuro, para las abejas y para los seres humanos.
¿Qué puedes hacer tú?
- Ayúdanos a salvar las abejas y a proteger la polinización, que tanto nos afecta a todos. Firma y pide a las autoridades europeas que se prohíban los plaguicidas que las amenazan. ¡Salvemos a las abejas!