En 2009, la Unión Europea estableció un límite de emisiones derivadas de los coches de 130 gramos de CO2 por kilómetro para 2015 y de 90 gramos por kilómetro para 2020, un límite, este último, que las instituciones europeas están ahora discutiendo como cumplir.
Los grandes fabricantes argumentan que los límites fijados no pueden alcanzarse mediante las tecnologías disponibles y han pedido que se establezca una especie de “trampa contable” conocida como “súper créditos” que les permita flexibilizar la regulación. Algo que se desmiente sólo por la capacidad de innovación demostrada por el sector en los últimos años y a la vista de varios estudios independientes que acreditan que los límites fijados son plenamente alcanzables mediante las tecnologías existentes y que lo único que conseguirían los créditos es reducir el beneficio ambiental. Así las cosas, la mejor forma de que las compañías sigan mejorando sus tecnologías no parece ser la entrega de ingentes cantidades de dinero público sino el establecimiento de una hoja de ruta que marque el progresivo endurecimiento de estos límites de emisiones.
Hace unos días solicitamos tu ayuda para hacer llegar este mensaje al Parlamento Europeo y más de 64.200 ciudadanos, propietarios o usuarios de los coches objeto de la regulación, firmamos la petición. Hoy se ha celebrado la primera votación al respecto en la que el Comité de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo se ha pronunciado a favor de incluir objetivos a 2025 para asegurar avances a largo plazo en la eficiencia energética de los coches, pero con un límite (entre 68 y 78 gr/km) muy por encima de los 60 gr/km que les habíamos pedido. Además, el Comité, se ha mostrado favorable a la introducción de los “súper créditos”, abriendo la puerta a una clara debilitación de los objetivos a 2020 que, pese a estar ya definido, podría eludirse parcialmente usando estas “reglas de contabilidad”.
El proceso no ha terminado y desde Greenpeace seguiremos trabajando para que nuestros coches contaminen menos, tanto en la esfera política europea, como presionando a las compañías del sector para conseguir avances como el compromiso de Volkswagen de cumplir los objetivos a 2020sin utilizar estas “medidas de flexibilización”.
La presidencia Irlandesa se ha ofrecido para intentar llegar a un acuerdo en este tema entre los Estados miembros, la comisión y el Parlamento Europeo y, no lo dudes ni un segundo, allí estará Greenpeace para darte voz.
Comunicado de prensa de la oficina de Greenpeace en Bruselas: