Aquí, en Europa, en lo que podríamos denominar el “Norte”, quedan para la memoria, no siempre pero casi, las grandes tuberías de vertidos que en cascada tiraban al río líquidos de todos los olores y colores. Lo llamaron Progreso y dijeron que estaba bien. Pronto se dejaron sentir sus agregados la contaminación industrial del agua y los vertidos de sustancias tóxicas, y sus efectos sobre la naturaleza y la salud.
Aquí, en el Norte, buscamos las soluciones para limpiar los vertidos. no siempre pero casi, al “final de la tubería” y nos dedicamos a limpiar los lastres del Progreso. En todo el “Norte” se han dedicado décadas a descontaminar ríos, deltas, lagos....aguas en todas sus formas y localizaciones. Y han sido cuentas multimillonarias pagadas, no todas pero casi, con dinero publico. Además hemos sabido que la contaminación nunca se puede limpiar del todo y que su rastro queda impregnado para siempre por donde pasó.
En cuanto a pagar los platos rotos, el “no todo pero casi” más representativo en España se encuentra en Flix (Tarragona) y son 760.000 toneladas de lodos tóxicos acumulados en el río Ebro por los vertidos de más de un siglo de la empresa Ercros (que todavía está autorizada a verter mercurio al río, por cierto). Más de 200 millones de euros que saldrán del bolsillo de los contribuyentes europeos en general y de españoles en concreto. Como mucho, Ercros pagará el 5% de la factura por limpiar el desaguisado que ha montado. Hay muchos otros costes ambientales y de salud que no se incluyen en la cuenta final. Así se entiende que el Progreso les pareciera bien...
Pero esto que ya sabemos en el “Norte” se quiere ignorar en el “Sur”. En países en los que está surgiendo un desarrollo económico acelerado o una reestructuración industrial prevalece la idea de que la contaminación es sólo un pequeño precio del Progreso. Y siempre se sobreestima nuestra capacidad para absorber los costes de esta hipoteca. “A ver, empiezo pagando poco y dentro de unos años cuando haya progresado y tenga un sueldo mejor pues pago más...”
Hoy Greenpeace ha presentado mundialmente un informe que ha llamado Consecuencias ocultas que analiza cuál es el coste de la contaminación química del agua. Entre estos costes se habla también de aquellos para las personas, para el planeta y para la economía general. Pero lo que es más importante se dan claves para que no se caiga de nuevo en los mismos errores. Estas claves ya se han incorporando en las políticas más innovadoras de EEUU y de la UE. En las que fomentan la prevención y promuevan la eliminación del uso y vertidos de sustancias peligrosas, a través de la aplicación de alternativas. Son aprendizajes, o los podemos llamar trucos. Eso sí, son piezas claves para no tener que pagar al final una gran hipoteca por hacer caso a los susurros de “progreso, progreso, progresooo”
Sara del Río (@sdrio), responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace
- Informe Consecuencias ocultas de la contaminación
- Comunicado de Prensa: Un nuevo informe de Greenpeace pone de relieve los costes ocultos de la contaminación tóxica del agua