Greenpeace ha presentado hoy, junto a WWF, CCOO y la PTP, el informe “Tren 2020”. El mismo es una pieza más en la estrategia para alcanzar un modelo energético sostenible basado en la inteligencia, eficiencia y 100% renovable. Aunque centrado en el transporte ferroviario de pasajeros el estudio demuestra como optimizando infraestructuras ya existentes puede mejorarse el uso y el servicio que da este medio para trasladarse, dentro de una estrategia a nivel estatal de movilidad sostenible.
España posee una red ferroviaria que usa de forma ineficiente ya que el grueso de la circulación recae aproximadamente sobre el 50% de la red. Esto implica que parte de la red ferroviaria casi no se usa y podría ser abandonada con esta excusa. La mayoría del peso de la movilidad de viajeros (el parque móvil se ha multiplicado por cuatro desde que en los 70 se desmanteló la red ferroviaria española) y mercancías ha sido trasladada intencionadamente a la carretera, en contra de las recomendaciones de la Unión Europea
Y todo ello a pesar de las evidentes ventajas ecológicas del ferrocarril frente a otros medios motorizados: muy bajas emisiones de GEI y de gases contaminantes; menor nivel de ruido que los medios de motor de explosión y que el avión; muy eficiente desde el punto de vista energético; puede constituirse como competidor del avión y del automóvil para el transporte de viajeros y del camión para el transporte de mercancías y elevado potencial de intermodalidad.
Además, en un periodo de crisis como el que atraviesa actualmente nuestro país no podemos olvidar las ventajas económicas del tren: genera los menores costes externos de todos los medios de transporte; internalizando los costes reales de los medios de transporte, el ferrocarril es el medio más barato; disminución de la dependencia del petróleo (dentro de un mix de producción energética 100% renovable); no está sujeto a retrasos por congestión; elevada accesibilidad y alta fiabilidad.
Otros aspectos sociales del tren también deben tenerse en cuenta: muy baja accidentalidad; elevado potencial de intermodalidad; el tren lleva directamente al centro de los núcleos urbanos; elevada imagen de confort y buena imagen popular.
Todas estas prestaciones del ferrocarril para el transporte de viajeros (y de mercancías), frente a los medios más contaminantes como el avión, el camión y el automóvil, hacen de este medio un elemento imprescindible para la reducción de las emisiones de GEI del transporte en España y con ello frenar el cambio climático. Es imprescindible alcanzar, lo antes posible, un modelo basado en la eficiencia energética, la inteligencia y la generación 100% renovable. Greenpeace ha demostrado como hacerlo de forma más fácil, rápida, sostenible y asequible. Nuestro modelo Energía 3.0 demuestra que además de ser técnicamente viable, resulta mucho más favorable desde el punto de vista técnico, económico y ambiental.
Julio Barea (@juliobarea) campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace España