Ayer, 8 de junio, fue el Día Mundial de los Océanos. Los mares y océanos siguen amenazados por la pérdida de biodiversidad, la destrucción de los ecosistemas, el cambio climático, la sobrepesca y la invasión de especies. Ahora también una frontera antes infranqueable, como es el Ártico, se enfrenta a la amenaza de perforaciones profundas en busca del oro negro.
Pero también es un día para valorar los tesoros que aún nos quedan y que no debemos descuidar. Y no hace falta trasladarse a arrecifes coralinos y lugares exóticos para encontrarlos. Muy cerca, en nuestras aguas, encontramos uno de ellos.
En el archipiélago balear encontramos el Parque Nacional Marítimo Terrestre de Cabrera, creado en 1991. En tierra encontramos importantes poblaciones de aves marinas y más de 500 especies de plantas. Y bajo el agua, nada menos que 162 especies de algas, coloridos nudibranquios, y pulpos y morenas que se refugian entre las rocas. Otros visitantes habituales son varias especies de delfines, cachalotes y tortuga boba.
Todo esto queda dentro del límite actual del Parque, pero más allá, seguimos encontrando tesoros como las coloridas formaciones de coralígeno, que nada tienen que envidiar a los arrecifes de coral tropicales. Son grandes estructuras calcáreas formadas por algas rojas y gorgonias, entre otras, que pueden alcanzar hasta los 2m de altura y que albergan gran cantidad de especies.
También se han encontrado densos bosques de algas laminarias profundas cuyas enormes hojas pueden alcanzar los 3m. Estos ecosistemas y especies observadas, entre muchos otros, deben ser protegidos con una ampliación de los límites del Parque y aportar así, no solo beneficios ecológicos, sino también socio-económicos. Además, la protección de estas zonas extendería la protección marina más allá de la zona costera y se adentraría en aguas abiertas, sin duda las grandes olvidadas en la conservación marina a nivel mundial y que necesitan urgentemente ser protegidas.
Y si los argumentos puramente ambientales, sociales y económicos no son suficientes, podemos tirar de argumentos políticos. España tiene compromisos ante la UE y Naciones Unidas de aumentar las zonas marinas protegidas para que en 2012 exista una red de Áreas Marinas Protegidas que cubra al menos el 10% de los mares del mundo. Estamos en junio de 2011 y muy lejos de haber hecho los deberes.
Greenpeace, junto con otras ONG, forma parte del patronato de este Parque y apoyarán la propuesta de ampliación del Parque Nacional de Cabrera que ha detallado Oceana. A ver si así comenzamos la cuenta atrás hasta el próximo 8 de junio con una noticia positiva para nuestro océanos.
Elvira Jiménez (@elvirajn), campaña de Océanos de Greenpeace