Al lobby nuclear se le ha llenado muchas veces la boca con afirmaciones como la de que las centrales nucleares españolas resistirían sin problema el choque de un avión de pasajeros.
Claro que eso era antes de la catástrofe nuclear de Fukushima, que ha destrozado para siempre el mito de la invulnerabilidad de las centrales nucleares occidentales. Tras este accidente (aún sin controlar, tres meses después de iniciarse), diferentes gobiernos europeos han empujado para que en la UE se realizaran a las instalaciones atómicas diversas pruebas de resistencia (o “stress tests”), frente a terremotos e inundaciones (por causas naturales o por rotura de presas aguas arriba de la central), y también frente a impactos de aeronaves (por accidente o ataque terrorista), a los efectos del cambio climático y a posibles ataques terroristas y sabotajes o ciberataques, entre otras varias.
Poco después del desastre de Fukushima, el lobby nuclear ya se estaba oliendo esa tostada y seguramente por eso, presto y raudo, el director general de Foratom (el lobby nuclear de la Unión Europea y Suiza), el español Santiago San Antonio, salió en marzo diciendo públicamente: "Si quieren que todas nuestras centrales sean capaces de aguantar el impacto de un avión Boeing 747, pues tendremos que cerrarlas todas".
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) siempre ha sido muy sensible a los dictados del lobby nuclear y de las compañías eléctricas propietarias de centrales nucleares. Quizá por eso el CSN ha incumplido de forma manifiesta el mandato del Pleno del Congreso de los Diputados del pasado 12 de abril y el acuerdo de la Comisión Europea del 25 de mayo relativos a la realización de “stress tests” de seguridad a las centrales nucleares, ya que no ha incluido, para las instalaciones nucleares españolas, las pruebas de resistencia a impactos de aeronaves (por accidente o ataque terrorista), ni tampoco a los efectos del cambio climático y a posibles ataques terroristas y sabotajes o ciberataques (documento con la memoria explicativa del CSN sobre las pruebas de resistencia en las nucleares españolas).
En efecto, todos los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados, sin excepción, apoyaron, en su sesión plenaria del pasado 12 de abril, la realización a las centrales nucleares de un conjunto de “stress tests”, incluyendo pruebas de resistencia a impactos de aeronaves (por accidente o ataque terrorista), a los efectos del cambio climático y a posibles actos terroristas (documento con la publicación en el Diario de Sesiones del Congreso del texto debatido, enmendado y aprobado el 12 de abril).
Así mismo, el pasado 25 de mayo, la Comisión Europea hizo público el acuerdo alcanzado por los 27 Estados miembros de la Unión Europea para adoptar unas pruebas de resistencia armonizadas en toda la UE, las cuales, además de plantearse ante “toda clase de desastres naturales, incluyen también los efectos de accidentes provocados por el hombre tales como impactos de aeronaves así como ataques terroristas y otros actos malvados” (documento con la comunicación oficial del 25 de mayo de la Comisión Europea sobre la realización de los stress tests en la UE).
El comisario de Energía de la UE, Günther Oettinger, ha asegurado que gracias a este acuerdo adoptado en el seno de la Comisión Europea, todos los 148 reactores de los países miembros se someterán a las mismas pruebas, con los criterios y los plazos acordados. Sin embargo, España, por medio del CSN, ha violado este acuerdo y, si el Congreso o el Gobierno no lo remedia los stress-tests que iniciará el CSN para las centrales nucleares españolas NO estarán en línea con los que realizarán el resto de países de la Unión Europea. ¡Ciberactúa!
Carlos Bravo (@CapitanFoton), responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace
- ¡CIBERACTÚA!: No dejes que nuestras centrales nucleares pasen menos pruebas de resistencia de las del resto de la UE
- Documento con la memoria explicativa del CSN sobre las pruebas de resistencia en las nucleares españolas
- documento con la publicación en el Diario de Sesiones del Congreso del texto debatido, enmendado y aprobado el 12 de abril
- Documento con la comunicación oficial del 25 de mayo de la Comisión Europea sobre la realización de los stress tests en la UE