El departamento de Interior del Gobierno de Obama confirmó ayer el permiso de Shell para perforar en el mar de Chukchi, en las aguas de Alaska. Con esta decisión Shell se ha quitado una gran piedra en el camino y está más cerca de comenzar su búsqueda de petróleo en el Ártico este verano. Podría empezar a perforar en 100 días.
Para más inri, este anuncio se da el mismo día en el que EE.UU hacía pública su estrategia contra el cambio climático de cara a la reunión que tendrá lugar en París a finales de año. Sí, es contradictorio. Por un lado Obama habla de recortar emisiones y por otro facilita al gigante del petróleo a ir a la última frontera del hielo a extraer más combustibles fósiles que están causando el cambio climático. No se puede jugar a dos bandas con el clima.
Parece que poco le importan a la administración de Obama los riesgos de perforar en esta región. Un vertido en el Ártico sería inabordable, incluso en verano cuando la climatología de la zona es más benigna, y tendría unas consecuencias irreparables para la biodiversidad y las comunidades de la zona. Y el expediente de Shell no es precisamente tranquilizador. La última vez que estuvo en el Ártico encalló la plataforma Kulluk en la costa de Alaska y el propio departamento de Interior habla de un 75% de posibilidades de un vertido de más de 1.000 barriles si Shell realiza las prospecciones. Escandaloso.
El proceso aún no ha finalizado y el plan de perforación de Shell aún necesita pasar por más aprobaciones. Sin embargo, parece que Shell debe tener muy claro que va a lograr su objetivo dado que desde hace días una de las plataformas que pretende usar en el Ártico, la Polar Pioneer, está cruzando el Pacífico camino a la costa oeste de EE.UU. Siguiéndoles muy de cerca está nuestro barco Esperanza, con seis voluntarios a bordo, representando el movimiento global, de casi siete millones de personas, que han dicho NO a la explotación del Ártico.
Con esta decisión, la administración de Obama acaba respaldar a Shell en sus irresponsables planes de explotación del Ártico. Pero su “yes you can” no puede ahogar los casi 7 millones de voces en el mundo que han dicho a las empresas que quieren perforar en el Ártico un claro: “no you can’t!”.
¿Qué puedes hacer tú?
- Si aún no lo has hecho, súmate a esas voces.
- Sigue al Esperanza en su seguimiento de la plataforma de Shell.