Seis meses después del incendio que desencadenó el peor vertido de crudo de la Historia de Estados Unidos en España parece que la vida sigue su rutina basada en la infalible dosis diaria de cien mil toneladas de petróleo para mover objetos y personas.
Desde entonces más de 18.000 personas han apoyado la petición de Greenpeace para pedir basta de petróleo gracias a medidas de eficiencia en los vehículos. Unas firmas que hemos entregado esta mañana en el Congreso de los Diputados para pedir a la Comisión de Medio Ambiente que reconozca la preocupación de la ciudadanía acerca de los riesgos de la extracción de petróleo así como el vínculo entre la eficiencia de los vehículos y la necesidad de reducir la demanda de petróleo. Les hemos pedido también que se declare en favor del proyecto de normativa para regular las emisiones de CO2 de las furgonetas que con toda probabilidad, el Parlamento Europeo votará en su sesión plenaria del 23 de noviembre.
Se sigue encontrando crudo del vertido de BP. Hace poco a más de 500 km de la zona cero, donde ya se ha documentado presencia de petróleo en el plancton así como en los sedimentos de la zona. El alcance del desastre es tal que los robots submarinos que está usando Greenpeace en la zona evidencian presencia de crudo por doquier. El impacto del vertido permanecerá durante décadas. Mientras tanto, la ineficiencia de coches y furgonetas, que juntos queman la mitad del petróleo usado para el sector transporte europeo, sigue alimentando la carrera a asumir más riesgos por encontrar las últimas gotas de petróleo en aguas profundas o en el Ártico.
Como sabemos que la mejor receta para evitar accidentes similares es reducir urgentemente la sed de petróleo hemos querido poner números sobre la mesa y calculado, en colaboración con Transport and Environmental Policy Research, el efecto que tendría si la Unión Europea dotase el mercado europeo de estándares de eficiencia en el consumo de coches y furgonetas de aquí al año 2030.
El consumo de petróleo en Europa se reduciría en un ocho por ciento en 2030. Además, reduciría las emisiones de CO2 europeas en 186 millones de toneladas así como ahorraría a los bolsillos del viejo continente unos 42.000 millones de dólares anuales en importaciones de crudo.
Dicho esto, asombra que España prefiera defender los intereses de los fabricantes de coches y siga pidiendo a Europa que se relajen las exigencias de eficiencia en el consumo de carburante a estos vehículos así como demuestran documentos internos de la Comisión Europea a los que ha tenido acceso Greenpeace. Desconcierta, sobretodo, porque la propuesta presentada por la Comisión Europea tan sólo requeriría a los fabricantes de furgonetas reducir las emisiones en un 14% entre 2007 y 2016. Y algunos de los modelos más vendidos ya han logrado recortes de un 10% de las emisiones desde 2007 a hoy, con lo que se demuestra que las barreras que impedirían cumplir con esta propuesta de normativa no son de carácter tecnológico. Seis meses del vertido: un cero en medio ambiente para España.
Sara Pizzinato, responsable de la campaña Transporte de Greenpeace
- Noticia: Greenpeace entrega más de 18.000 firmas en el Congreso para pedir una moratoria a los pozos petrolíferos
- Informe: "Evitar los peligros del petróleo" (en inglés)
- Informe: Resumen ejecutivo del informe "Evitar los peligros del petróleo"