Llegados desde Valencia, Castilla y León, Cataluña, Castilla La Mancha o Extremadura, más de un centenar de ciudadanos se han congregado hoy frente a las puertas del Ministerio de Indutria, en Madrid, para alzar una sola voz conjunta y decidida contra los cementerio nucleares.
Con pancartas, carteles, folletos, y una careta que simula una mascarilla de protección contra la radiactividad, las voces de todos se han convertido en un grito único contra la energía nuclear. Una petición y una carta a Miguel Sebastián, ministro de Industria, para que abogue por las peticiones de los ciudadanos.
Los residuos de la industria nuclear son un problema aún sin solución, y la única forma real de erradicarlos es no generar más residuos, por lo que es imprescindible que el gobierno ponga en marcha un plan urgente y definitivo para el cierre progresivo de las centrales nucleares españolas. No sirve seguir generando residuos que luego enterraremos bajo la alfombra de las zonas rurales despobladas, y no sirve mirar para otro lado y dejar que el vecino cargue con esa “losa”, hay que evitar que se generen más residuos y que se gestionen de forma ineficiente y sin consenso social, tal y como pretende hacer el Ministerio de Industria.
Greenpeace ya ha explicado en muchas ocasiones que la única política razonable para almacenar los residuos es, primero no generarlos, y segundo, almacenarlos in situ, en el lugar donde se generan, es decir, junto a las propias centrales en almacenes individualizados, soluciones técnicas más racionales y seguras para todos y que evitan algunos de los peores peligros relacionados con la manipulación de estos residuos, como el transporte de los mismos.
Ahora no sólo es Greenpeace quién reclama esta gestión racional de los residuos, sino la voz de cinco comunidades autónomas que están expresando públicamente su rechazo al cementerio nuclear. Hoy, frente a la sede del Ministerio los asistentes reclamaban su derecho a un desarrollo rural limpio y sostenible, a una mejora de las zonas rurales abandonadas y empobrecidas basadas en políticas de futuro, y no en el dinero que promete ENRESA que sólo garantiza el enriquecimiento de unos pocos y la muerte social de la región.
Greenpeace, Ecologistas en Acción y las Plataformas anticementerio nuclear de Tierra de Campos Viva, Norte de Palencia, Soria, Cuenca, Cataluña, Extremadura y Zarra han escrito y presentado una carta al Ministro Sebastián para pedirle que reoriente el proceso de búsqueda de candidatos para albergar el ATC y, en general, el problema de la gestión de los residuos, y lo reconduzca a un proceso democrático y con amplio consenso social.
Patricia Bermejo, campaña anti-Nuclear de Greenpeace