Llegamos a Oslo a bordo del Rainbow Warrior el pasado domingo. Hicimos el último tramo del fiordo que lleva a la ciudad con las velas desplegadas, el barco “vestido” para la ocasión. Tuvimos un bonito recibimiento. En el muelle nos esperaban los compañeros de la oficina noruega. En cuanto se terminó la maniobra de atraque, tuvimos la primera reunión a bordo en la que nos pusimos al día en todas las cosas que estaban previstas.
Para poneros en antecedentes, la entrega del premio Nobel de la Paz a Obama ha hecho que muchas miradas se vuelvan hacia esta ciudad aunque el gran foco se haya en Copenhague, donde está teniendo lugar la cumbre mundial sobre Cambio Climático. La organización se ha tenido que dividir y, aunque el grueso de nuestras fuerzas está en Copenhague, hemos traído a nuestro buque insignia a Oslo. Queremos que Barak Obama reciba nuestro mensaje: “Te han dado el premio, ahora gánatelo”. La entrega se va a producir este jueves día 10, el día mundial de los derechos humanos.
Así pues ¿qué estamos haciendo nosotros en Oslo estos días?... Hemos estado trabajando en una serie de actividades desde nuestra llegada. Nosotras nos dividimos en dos equipos: Ana se fue, junto con gran parte de la tripulación, a instalar una pancarta gigante en un campo junto al aeropuerto (el conteniendo el mensaje de “bienvenida” a Obama: “Nuestro Clima, Tu Decisión”) y Maite se quedó a bordo instalando una gran pancarta entre dos mástiles del barco. Cada noche, técnicos de la oficina están realizando proyecciones en diferentes edificios de la ciudad con nuestros mensajes al presidente de los Estados Unidos. También algo muy interesante han sido los grafittis “limpios” (se realizan con plantillas y las letras quedan marcadas sobre la superficie con una máquina de agua a presión) que se han puesto en muchas calles de la ciudad. Nuestro barco se haya en el centro de la ciudad, frente al Ayuntamiento, y por las tardes, se nos une el globo de Greenpeace que sube al cielo con su dibujo de globo terráqueo y su lema: “Salvad el Clima”.
Por último, durante toda la tarde de hoy miércoles se ha abierto el Rainbow Warrior al público y le hemos invitado a participar en todas las actividades públicas que van a tener lugar estos días.
Este premio nobel de la paz está rodeado de una gran polémica, algo que se nota en la ciudad... Mañana nos espera un día lleno de movimientos y esperanzas de que el trabajo llegue a buen puerto.
Saludos desde el Rainbow Warrior.
Ana Carla Martínez y Maite Mompó, marineras de Greenpeace.