Hoy se celebra el Día Internacional de la Mujer y de la Niña en la Ciencia. Es una iniciativa de Naciones Unidas que nace en 2015 de cara a promover la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres y las niñas en la ciencia, así como promover las perspectivas de carrera y reconocer sus logros.
Y es que el reconocimiento es fundamental para crear referencias en las que las niñas pueden verse reflejadas y quieran ser “una Marie Curie”, “una Diane Fossey”,... cuesta añadir nombres, ¿verdad?
Rosalind Franklin, Hipatia de Alejandría, Jocelyn Bell, Ada Lovelace, Lise Meitner, Dorothy Crowfoot, Marie-Sophie Germain, un largo etcétera a reivindicar. Algunas incluso tuvieron que disfrazarse de hombres toda su vida para poder trabajar en la ciencia, como es el caso de James Barry, el cirujano más famoso del XIX era una mujer y su verdadera identidad es dudosa.
Hemos crecido sin estudiarlas, no aparecen en los libros de texto porque la historia ha escondido sus aportaciones. ¿Sabías que El 94,5% de los premios Nobel de Ciencia han sido concedidos a hombres? ¿Sabías que en España, sólo el 7% de las chicas de 15 años quiere dedicarse a profesiones técnicas?
Para abordar la problemática ambiental es necesaria la investigación. Muchos de los problemas ambientales en los que trabajamos, como la contaminación con compuestos tóxicos, el riesgo de los transgénicos, el cambio climático etc pueden detectarse y entenderse a través de la ciencia. Para ello, Greenpeace dispone de la Unidad Científica en la Universidad de Exeter.
Reyes Tirado es una de nuestras científicas. Esta onubense que vive en Sevilla se doctoró en Biología y trabajó como investigadora en la universidad de Stanford y en la de Berkeley- California. Actualmente trabaja como investigadora de Greenpeace concretamente en ecosistemas terrestres. Ha publicado numerosos informes científicos.
En este día de reivindicación (que son todos), aprovechamos a conocerla un poco más:
¿Cómo llegaste a la ciencia?
Llegué a través de la curiosidad por la naturaleza. Manchaba mis manos en barro, exploraba. Continué mi interés en el colegio y en el instituto con la biología. Esa misma inquietud siguió en mis estudios universitarios.
¿Cuáles fueron tus referentes?
A los 12 años, pedí a mi padres que me suscribieran a la revista Natura. La devoraba. Fue mi primer referente, una ventana al mundo. Otro referente fue Lina, mi profesora de biología, que supo fomentar mi curiosidad a través de experimentos.
Me apasionaba Diane Fossey y la doble Premio Nobel Marie Curie. Me parece increíble lo que consiguieron entonces, en un mundo dominado por los hombres.
La Teoría de Darwin es otro referente y el ensayo “El azar y la necesidad” del Nobel Jacques Monod, me supuso todo un descubrimiento en cómo concebir al ser humano en el planeta.
¿Qué aporta la perspectiva de género en las investigaciones?
Las mujeres y hombres aportan de igual forma a la ciencia. Somos la mitad de la población y sin mujeres, se pierde talento. La ciencia debe reflejar la sociedad.
Desde Greenpeace consideramos fundamental la participación y reconocimiento de las mujeres en la ciencia. Por otro lado, es necesario y de justicia, trabajar para incluir las distintas vulnerabilidades y comprender las cuestiones de género en las investigaciones. Solo así podremos abordar los problemas ambientales en su magnitud y tener una incidencia real de los mismos.
Terminamos este post del #DíaMujeryCiencia con un mensaje de Reyes a futuras científicas: “Sigue tu curiosidad, tu entusiasmo. Centra tu pasión en eso, y no en las dificultades que encuentres”.
¡Gracias Reyes!