Desde ayer y hasta mañana, se va a estar celebrando, en Sevilla el VI Foro del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de CCOO, "Retos para la prevención del riesgo químico". Son unas jornadas tan imprescindibles como que se trata de uno de los pocos foros en España dónde se hablan de políticas de prevención y sustitución de sustancias tóxicas, políticas de gestión integrales y el problema de la dispersión de competencias para luchar contra la contaminación... Por ejemplo en España, son nueve los ministerios que tienen competencias de gestión de las sustancias peligrosas y aún sigue siendo una asignatura pendiente, puesto que la responsabilidad de abordar de forma seria el problema se diluye.
En la inauguración, participó Antonio Fernández, Consejero de Empleo de la Junta de Andalucía. Me sorprendió. Afirmaba que en Andalucía nunca se había abandonado la seguridad de los trabajadores y del entorno a costa de intereses privados, y lo decía con contundencia. Me vinieron a la cabeza las balsas de fosfoyesos de Fertiberia en Huelva, el desarrollo industrial descontrolado de la Bahía de Algeciras, o el polígono industrial de "Las Aletas", que pretendía ser construido sobre una marisma...hasta que el tribunal supremo determino que lo que había que hacer con la marisma era protegerla. Pensé lo importante que era que en estos encuentros estuvieran los que tienen que decidir sobre estos asuntos. Después de la inauguración también, quiero decir.
También en Sevilla, pero a partir de mañana, comienza el Congreso Extraordinario del PSOE andaluz "Andalucia, ganamos el futuro". Un congreso para el que se anuncian cambios en las políticas de este partido, en este momento o de momento, en el gobierno andaluz. Las estadisticas no son muy halagüeñas para ellos. Por eso, desde Greenpeace hemos pedido cambios profundos y reales en las políticas ambientales, tan abandonadas a su suerte en la última legislatura. Existen grandes retos ambientales en Andalucía a los que hay que dar solución y, desgraciadamente, la Junta actual lejos de saber afrontarlos los ha ido convirtiendo en retos cada vez más difíciles. Es la oportunidad de revertir la política tan destructiva de los dos últimos años, dejar los discursos verdes grandilocuentes, o no, pero acompañarlos de medidas eficaces de protección.
O lo que es lo mismo, que vengan a la inauguración pero que se queden también a aprender del foro. Por cierto, que no se me olvide dar las gracias a ISTAS por organizar este foro y abrirnos los ojos a otras realidades esperanzadoras para acabar con la contaminación.
Sara del Río, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace