Seguramente muchos de vosotros nunca hayáis oído hablar del Ranking Verde de Electrónicos de Greenpeace y sin embargo ya vamos por la 12ª edición. La primera vio la luz hace ya algún tiempo, en agosto de 2006, y desde entonces ha habido muchas subidas y bajadas en la clasificación, pero sobretodo hemos conseguido muchos logros.
El Ranking informa sobre el comportamiento de las empresas líderes de ordenadores, teléfonos móviles, televisores y videoconsolas respecto a sus políticas y prácticas globales para la eliminación de sustancias químicas peligrosas, la responsabilidad que toman sobre sus productos una vez que estos se convierten en residuos y el cambio climático. El Ranking se realiza de acuerdo a la información pública disponible de las empresas y es el resultado del trabajo incansable de Greenpeace para conseguir un cambio real en las políticas ambientales de este sector.
Uno de los mayores logros fue ver cómo algunos fabricantes han aceptado el reto y han incorporado en sus políticas la eliminación de sustancias químicas altamente perjudiciales para la salud y el medio ambiente, la recogida y reciclaje de sus productos o sus compromisos para hacer frente al cambio climático.
Pero queda mucho por hacer, pues la puntuación máxima son diez puntos y por ahora quien más tiene es Nokia, un líder incontestable pues lleva cuatro ediciones consecutivas ocupando el primer puesto, aunque sólo ha obtenido 7,4 puntos en la última edición. El último en la clasificación no se ha movido de esta posición desde su incorporación, aunque en esta edición, por fin, ha conseguido lograr un punto. Hablamos de Nintendo.
Pero muchos otros logros, grandes y menos grandes, han sido alcanzados y muchos de ellos sólo fueron posibles debido al fuerte apoyo de los consumidores y consumidoras que han presionado y deben seguir presionando para que éstos y otros fabricantes cambien sus políticas y adopten medidas que nos permitan vivir en un mundo más sostenible. Además, es posible, no pueden seguir diciendo que no hay alternativas o que éstas no son viables, pues lo están demostrando todas las empresas que apoyan las demandas de Greenpeace y que están, por ejemplo, sustituyendo las sustancias químicas peligrosas por alternativas más seguras.
Luis Ferreirim, Campaña de Contaminación