Rajoy y los tres mosqueteros de la política medioambiental del Gobierno

Vamos a acabar el año con las mismas señales negativas, muchas de ellas convertidas en hechos, para el estado del bienestar medioambiental con las que comenzaba. Pero también hemos cosechado importantes logros. Señal esperanzadora para los que no nos hemos resignado ante tan adverso panorama.

El Presidente Rajoy, que en su discurso en la Cumbre de la Tierra Rio +20 vinculaba el desarrollo económico a la sostenibilidad, cuenta en su Gobierno con tres mosqueteros, que se están empleando a fondo para amputar los avances en defensa del medio ambiente logrados en los últimos veinte años. No hay ley medioambiental que salga viva de sus estocadas, aunque genere más desempleo, en un país que se acerca a los seis millones de parados. Han perseverado en facilitar la vida a especuladores urbanísticos, compañías eléctricas que chantajean al gobierno sin inmutarse o en negar el acceso asequible a la justicia a quienes denuncian tropelías medioambientales, como el icónico caso del hotel El Algarrobico.

El año 2012 marca un retroceso significativo en la defensa del medio ambiente. La reforma de Ley de Costas y la política energética y pesquera son para Greenpeace claros ejemplos de éllo.

El Ministro Arias Cañete persiste en su empeño por reformar la Ley de Costas dejando de lado a la sociedad por los intereses empresariales y la apuesta por el ladrillo. Además, apuesta por mantener una obsoleta política pesquera, centrada en beneficiar a las flotas industriales destructivas en vez de a los pescadores artesanales. El cambio climático es el reto más urgente al que nos enfrentamos y, sin embargo, el ministro se ha sumado al grupo de líderes de la UE que apuestan por una reducción del 30% de las emisiones.

El Ministro Soria se ha impuesto en competencias medioambientales implantando una moratoria de las primas a las energías renovables que está paralizando uno de los sectores económicos más pujantes y generadores de tejido industrial y donde España era líder a nivel mundial. Además, mantiene su apuesta por la energía nuclear y el petróleo, las ayudas al carbón. Parece que algunos puestos de trabajo valen más que otros.

El Ministro Gallardón, con su “tasazo judicial” va a dificultar a la ciudadanía y organizaciones ecologistas el acceso a la justicia. Seguro que los contaminadores, los especuladores urbanísticos, los depredadores de nuestra rica biodiversidad, los que queman nuestros montes o algunos políticos corruptos pensarán que les ha tocado el gordo de la lotería de navidad. Sin embargo, decenas de activistas de Greenpeace están en espera de juicio, muchos en libertad condicional. Nos piden multas, en algunos casos de varios cientos de miles de euros. Todo por denunciar los desmanes contra el medio ambiente y señalar con el dedo a sus responsables. El mundo al revés.

Sin embargo, a pesar de la nefasta política del Gobierno, en 2012 podemos celebrar importantes victorias medioambientales como el cierre de la central nuclear de Garoña y de la central térmica de carbón de Pasaia, la paralización de la refinería Balboa, o el varapalo del Constitucional a la Ley del suelo en Murcia. O el compromiso con la producción limpia de empresas como Zara o Mango, líderes mundiales de la industria textil de la moda.

En 2013 Greenpeace seguiremos luchando por la defensa de nuestras costas, bosques, océanos y por un modelo de energía renovable y sostenible. Pedimos al Gobierno que haga suyos estos retos.

Espero, y lucharemos por ello, que en 2013 el Gobierno cambie de rumbo en su política medioambiental. Que luche contra al cambio climático y se sume al grupo de países europeos que apuestan por la reducción de emisiones al 30%; que apoye a las energías renovables; que escuche a los pescadores tradicionales que suponen el 80% de la flota pesquera española y que se decida a proteger verdaderamente el patrimonio de todos que es nuestra costa.

¡Feliz Navidad a todos/as y que el año que viene nos traiga grandes victorias para el medio ambiente!