Obama ha sido por fin aclamado Presidente de Estados Unidos. Escribo "aclamado" porque eso es lo que ayer ocurrió en Washington. Sin duda un día histórico, y un día para la esperanza para toda la humanidad, y para el Planeta. Nunca antes en un discurso de investidura habíamos escuchado referencias tan claras a la lucha contra el cambio climático, a través de las fuentes limpias de energía.
Hace unos días, Obama hizo unas declaraciones ensalzando las renovables españolas. Fue un gran espaldarazo a un sector que está consiguiendo sacar la cabeza del agua entre
múltiples dificultades. Me gusta que el Presidente de Estados Unidos nos dé una palmada en la espalda por nuestras energías renovables, en vez de por meter al país en la guerra de Irak. Prefiero que nos valoren en el mundo por desarrollar las energías limpias, que por las sucias.
El momento elegido para hacer esa declaración tampoco fue baladí. Sólo unos días antes de ser elegido Presidente. Precisamente cuando el interés del mundo por lo que dice Obama es más alto. Cuando más gente está escuchando.
Ciertamente nuestras renovables despegan con fuerza. Lo ha hecho la eólica, que en 2008 ha supuesto ya el 11% del total de la energía eléctrica consumida en España; lo ha hecho la fotovoltaica, que también ha batido récords de potencia instalada en 2008; la solar termoléctrica va a ver nuevas plantas entrando en funcionamiento en los próximos años... y así sucesivamente.
Aprovecho para recordar que al ministro Sebastián, sin embargo, no parecen gustarle demasiado las energías renovables. Dicen que él prefiere la nuclear, y por eso ha puesto diversos obstáculos legales al desarrollo de la solar que dificultarán el despegue de, por ejemplo, la fotovoltaica.
Espero que la declaración de Obama sirva para abrir los ojos de muchos paisanos que todavía no son conscientes de lo importante que está siendo para España el desarrollo de las energías renovables. Debemos mantener y ampliar ese liderazgo.
Los años por delante tienen ahora un matiz diferente. Como dijo Saramago, el discurso de Obama nos vuelve hacer creer que "otro mundo es posible".
Juan López de Uralde, director Ejecutivo de Greenpeace España