El cambio ha llegado a Estados Unidos, y va a reflejarse necesariamente en las dinámicas globales en marcha para combatir la degradación de la Tierra. Estamos ante una nueva esperanza para todo el planeta.
Los ocho años de presidencia de Bush han constituido una pesadilla en la cual hemos visto a Estados Unidos, el país que más ha contribuido con sus emisiones de CO2 al cambio climático, molestar, entorpecer, dificultar, y finalmente tratar de bloquear cualquier avance en defensa del clima global.
Pero no sólo eso, ha hecho lo posible por criminalizar y perseguir al ecologismo norteamericano; a nuestros colegas en los Estados Unidos les han acusado de casi todo para eludir su potencial influencia en la opinión pública.
Hasta sus últimos días Bush ha estado reduciendo y eliminando legislación ambiental. Los rescoldos de ese fuego los trajeron a España Aznar y Vaclav Klaus hace sólo unos días con sus declaraciones agresivas, antiecologistas y acientíficas.
Demasiado tarde, porque la marea está cambiando por fin.
No nos engañamos. Sabemos que Obama no será un Presidente ecologista. Pero ha dicho: "No podemos permitirnos no combatir el cambio climatico", y ha adquirido un compromiso que nos vamos a encargar de recordarle durante los próximos cuatro años. Éstas son algunas de sus promesas:
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 80% para el año 2050.
- Recuperar el papel de Estados Unidos en las negociaciones globales contra el cambio climático en el marco de Naciones Unidas.
- Crear 5 millones de puestos de trabajo a través del impulso a las fuentes de energía limpia.
Una nueva era ha dado comienzo, también en la lucha en defensa de la Tierra.
Haciéndonos eco de las palabras de Obama, en esta lucha también: YES, WE CAN.
Juan López de Uralde, director de Greenpeace.