En octubre de 2007 el Parlament de les Illes Balears declaraba las islas como Zona Libre de Transgénicos. Con anterioridad a esta declaración, en el mes de mayo del mismo año se había decretado la creación de un registro de cultivos genéticamente modificados y la creación de la Comisión de Bioseguridad.
Tres años después, los cultivos transgénicos están cada vez más presentes en la isla de Mallorca. La sospecha de que en 2010 de nuevo se estaba sembrando maíz modificado genéticamente fue confirmada por las declaraciones en la radio autonómica del Jefe de Servicio de Agricultura, Xavier Nadal. En una entrevista declaró que a partir de las solicitudes de subvenciones PAC, se ha sabido que se han cultivado unas 62 ha.
Sin embargo seguimos sin registro, verdadero instrumento legal para conocer no solamente el número de hectáreas sino también la localización. Si hay 62 ha declaradas en la PAC, deberían haber al menos las mismas en el registro ya que es un trámite obligatorio. En el pasado mes de junio, desde la campanya Mallorca Lliure de Transgènics se ha solicitado de nuevo esta información, y al igual que en los dos años anteriores no ha habido respuesta.
Todo este secretismo y dejadez ha movido a esta plataforma a impulsar la búsqueda de los campos con cultivos OMG durante la presente campaña agrícola. En 2009 nuestros análisis encontraron una superficie mayor de cultivos transgénicos que la que finalmente publicó el Gobierno balear; por cierto, esta cifra tampoco cuadraba con la aportada por el Ministerio.
Desde ayer mismo la campaña Mallorca Lliure de Transgènics, de la que Greenpeace forma parte, ha empezado la recogida y análisis de maíz en los campos de Mallorca. Serán analizadas gran número de muestras, en una labor que debería ser de la administración pero que, desgraciadamente, está acometiendo la sociedad civil. La intención de la campaña es localizar el mayor número de cultivos transgénicos, que en definitiva son un factor de contaminación del medio ambiente y un riesgo para la salud de las generaciones actuales y futuras.
En Mallorca, Juan Felipe Carrasco, responsable de la campaña de Transgénicos de Greenpeace