Entre palabrejas en inglés, androides de bolsillo y señoras que arrastran sin cesar sus dedos por cacharritos brillantes, parece que el mundo se ha sumido en una especie de locura colectiva. E-locura colectiva, podríamos decir.
En Greenpeace no somos de piedra, y también nos ha invadido ese furor digital: nada de lo que hacemos queda ya sin su imagen cibernética.
Nuestra última víctima ha sido la revista trimestral. Si el avispado lector de esta entrada es, además, socio (¡bravo por usted!) recordará que el último número que recibió de la revista venía con un buen lavado de cara. Si además la leyó a conciencia también recordará que ya amenazábamos con cibernetizarla. Pues bien, ni ese lavado de cara fue gratuito -lo pensamos para que la revista también se sintiera cómoda en internet-, ni la amenaza fue baldía: aquí y ahora, con todos ustedes...
¡GPM en versión digital!
En ella encontrán los mismos contenidos que en la versión impresa, pero con más fotos, vídeos estupendos, bonitas animaciones y un montón de botones verdes con los que interactuar. ¡Hay uno que incluso produce dinero!
Y aquellos socios que cabalguen en la cresta de la ola digital y que aborrezcan el CO2 han de saber que pueden pasarse a la versión online y dejar de recibir la revista en papel escribiéndonos a . Tienen nuestra garantía de que funciona con todos los aparatos, sean grandes o pequeños, comiencen con I minúscula o no. Y que el planeta se ahorrará tener que soportar unas cuantas moléculas de dióxido de carbono.
No esperen más: ¡pasen y lean!
Raúl San Mateo, prensa de Greenpeace