Hace tres meses un pescador de Rumania junto con Greenpeace encendieron la llama de una lámpara para unir a los pescadores artesanales de toda Europa y pedir a los políticos que defendiesen los mares. La lampara ha viajado con el Arctic Sunrise, el barco de Greenpeace a través de nueve países demandando unos mares repletos de peces, con ecosistemas saludables y llenos de vida.
La Política Pesquera Común recién aprobada tendrá la oportunidad de recuper las poblaciones de peces y apoyar la pesca sostenible. Las entidades europeas, es decir el Parlamento Europeo y el Consejo han establecido, por fin y tras tres años de lucha sin descanso, que se ponga fin a la sobrepesca en 2015 y se continúe con la lucha en todas las poblaciones de peces para que se recuperen en 2020. Además la pesca dejará de ser opaca y deberá presentar números y cifras, es decir, ser trasparente. Ahora les toca a los Gobiernos que deben implementar esta nueva norma.
Esperamos que la lámpara, que ha viajado a lo largo del Mar Negro, el Mediterráneo y el Atlántico, se mantenga encendida, para que los políticos sigan la luz de la pesca artesanal y sostenible. Ahora toca lo más difícil, que los políticos se comprometan a reducir la capacidad pesquera de sus flotas y que utilicen criterios ambientales y sociales para dar acceso a los recursos y a las cuotas pesqueras. Esta política va mucho más allá, a esta política le toca decidir dos cosas: ¿quién tiene derecho a pescar? y ¿cómo queremos los océanos en los próximos diez años? La pregunta es ¿serán valientes los políticos o debilitaran tanto la norma que fomentarán la sobrepesca?
Greenpeace quiere que haya peces en el mar y que haya pescadores. Por eso debemos agradecer que más de 120.000 personas apoyéis el futuro de los océanos, porque sabemos que queréis tener unos mares llenos de vida y un pescado sostenible en vuestros platos. Sabemos que no estamos solos y por ello os damos las gracias.
Esta lámpara ha ido de mano en mano de puerto en puerto, encendida con una fuerte ilusión que ha hecho que no se apague. Manos que trabajan el mar día a día la han llevado a través de diferentes cultura, de diferentes idiomas, saltándose barreras culturales y sociales. Esta lámpara significa todo el esfuerzo que pescadores artesanales y sostenibles hacen día a día para luchar por sus futuro y por el de los océanos. Anne-Marie, Javier, Luis, Dimitri, Guen, Jerry... saben que no pueden dejar que la llama se apague, que si quieren ver a sus hijos disfrutar de la vida en el océano, no pueden dejar de luchar por ello.
Ahora nos toca a nosotros no dejar apagar la llama de la pesca sostenible, te lo debemos. Si 120.000 ciudadan@s europeos han encendido la llama de la pesca sostenible, no dejaremos que se apague.
Celia Ojeda y Elvira Jiménez, responsables de la campaña de Océanos de Greenpeace