Cuando el Gobierno japonés se convenció de la gravedad del accidente nuclear de Fukushima tomó varias lamentables decisiones. Una de ellas fue la de subir el límite máximo de dosis de radiación establecido internacionalmente para los trabajadores de las centrales nucleares de 20 a 250 mSv/año para tratar de asegurarse así que habría suficientes operarios haciendo frente a la enorme cantidad de radiactividad que se estaba liberando en este desastre.

Pero no paró ahí. Además, para evitar tener que evacuar a muchos cientos de miles de personas viviendo en zonas afectadas por la radiactividad, también decidió elevar el límite de exposición a la radiación para el público general (niños incluidos) de 1 a 20 miliSievert al año. La tasa máxima de dosis de radiación aceptada internacionalmente es de 1 mili Sievert al año (1 mSv/año) para adultos y es aún menor para niños.

Por supuesto, no hay ningún criterio científico detrás de estas medidas, sino sólo puramente económicos. El Gobierno decidió supeditar la protección radiológica de la población, su salud y su bienestar, con el fin de tratar irresponsablemente de minimizar, con estas argucias legales, los costes derivados del desastre nuclear.

Lógicamente la medida causó gran indignación en Japón y en el extranjero. Los padres en Japón, especialmente en la prefectura de Fukushima, han exigido al Gobierno que reduzca esos límites, alegando con datos científicos que los niños se enfrentan a un riesgo más alto de sufrir cáncer y otras enfermedades a causa de la exposición a la radiación que los adultos. Los expertos en radiación están de acuerdo en que los niños están en situación de mayor riesgo de cáncer y defectos genéticos, ya que aún están creciendo, son más propensos a los cánceres de tiroides, y porque tendrán más tiempo para desarrollar defectos de la salud.

Greenpeace ha estado trabajando con ONG y autoridades locales japonesas y con la población afectada para exigir que el Gobierno nipón anule la nueva normativa sobre límites de exposición a la radiación y para que tome las medidas adecuadas para proteger a la población, especialmente a la infantil.

Así, los pasados días 17, 18 y 19 de agosto, un equipo de expertos en protección radiológica de Greenpeace muestrearon centros escolares así como varias áreas públicas en la ciudad de Fukushima. En uno de esos centros escolares, que acoge niños desde preescolar hasta niveles superiores, el equipo encontró tasas de dosis de hasta 1,5 µSv/h (microSievert/hora) a un metro desde el nivel del suelo, a pesar de que ésta había sido oficialmente descontaminada por las autoridades, lo que equivale a 13,14 mSv/año. También detectó tasas de dosis de hasta 2 µSv/h (lo que equivale a 17,52 mSv/año) a un metro desde el suelo en un parque del centro de la ciudad. Todo ello demostraba que los esfuerzos oficiales de “descontaminación” no habían sido suficientes para proteger la salud de los niños.

De hecho, como se ha demostrado en otras zonas, los niveles de radiactividad en  colegios exceden ampliamente los estándares internacionales de seguridad para la población infantil. Por eso, Greenpeace ha pedido al nuevo Primer Ministro japonés que retrase el inicio del curso escolar, previsto para el 1 de septiembre, al menos en Fukushima City. Greenpeace ha calificado el nuevo “plan básico de descontaminación” del Gobierno para la ciudad de Fukushima y su gran área metropolitana como inadecuado y que llega demasiado tarde.


Datos completos de la investigación de Greenpeace en Fukushima City y en las escuelas durante los días 17, 18 y 19 de agosto:
http://www.greenpeace.org/japan/Global/japan/pdf/20110829_data.pdf

Mapa de Google Maps de las localizaciones y lecturas de radiación compiladas por el equipo de Greenpeace: http://g.co/maps/8b79

Información de The Mainichi Daily News sobre el  Plan Básico de Descontaminación del gobierno japonés:
http://mdn.mainichi.jp/mdnnews/national/news/20110827p2a00m0na014000c.html

Carta de Greenpeace al Gobierno japonés solicitando medidas más fuertes de protección radiológica y descontaminación:
ttp://www.greenpeace.org/japan/Global/japan/pdf/110829_Letter_eng.pdf

Lista detallada de las demandas:
http://www.greenpeace.org/japan/Global/japan/pdf/110829_demands_eng.pdf

 

Carlos Bravo, campaña antinuclear de Greenpeace