Menos es más. El sistema de certificación forestal (FSC) tiene hoy 8 millones menos de hectáreas certificadas, una cifra considerable, pero un poco más de credibilidad.
El sistema de certificación del Forest Stewardship Council, más conocido por las siglas FSC, fue creado en 1993 para permitir a las empresas y a los consumidores identificar los productos procedentes de bosques gestionados de forma responsable. Comprar productos con la etiqueta FSC es una manera de apoyar la buena gestión forestal, preservando la calidad del ecosistema y los modos de vida de la gente que vive en y de los bosques.
Pero la semana pasada, la empresa papelera Resolute Forest Products (la mayor empresa forestal del mundo en hectáreas certificadas) perdió el certificado FSC para sus nada menos que 8 millones de hectáreas. Sus operaciones forestales en Quebec y Ontario, en Canadá, no estaban a la altura de los estándares FSC.
La suspensión de los certificados FSC de Resolute son consecuencia de una denuncia presentada en mayo de 2013 por el Gran Consejo de los Crees, consejo que representa a nueve comunidades de las First Nations (tribus indígenas), así como las denuncias presentadas por Greenpeace y otras organizaciones. Además de violar los derechos de los pueblos indígenas, varias de las operaciones forestales de Resolute en el bosque boreal canadiense amenazan zonas de alto valor ecológico en la región y a especies en peligro de extinción.
Resolute ya no podrá utilizar la etiqueta FSC en sus productos. La suspensión de la certificación de 8 millones de hectáreas es la mayor que se ha producido en los 20 años de historia del FSC.
Para Greenpeace, la suspensión de estos certificados es una buena noticia. Es más, es el tipo de acción necesaria para impulsar la confianza en el FSC. Cuando la certificación forestal FSC no cumple su misión de mejorar la gestión forestal debe reconocer sus errores. Cuando las empresas, como Resolute, quieren utilizar la etiqueta FSC como lavado de imagen, hay que evitarlo a toda costa. Cuando la reputación del FSC está en juego, hay que exigir a FSC Internacional que tome medidas para garantizar el cumplimiento de los principios fundamentales de la FSC
Alguien dijo una vez que el FSC era la más bonita historia de amor entre el ser humano y los bosques. Pero para fortalecer esta historia de amor hay que garantizar que sólo la mejor gestión forestal recibe esta certificación, supervisando y aplicando de modo estricto los estándares de este sistema de certificación. En España, Greenpeace también ha denunciado en varios momentos y de varias formas los riesgos en que se encuentra el FSC, en especial cuando empresas del sector del eucalipto han intentado atajos para conseguir el certificado FSC burlando los estándares.
Ha llegado el momento de que el FSC como organización ponga orden dentro del sistema y asegure que el rigor y la credibilidad siguen siendo la seña de identidad del FSC.
Miguel Ángel Soto (@NanquiSoto), campaña de Bosques de Greenpeace España.
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