Hace dos días la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) publicaba sus datos que muestran que las partículas finas siguen siendo responsables de la muerte prematura de más de 400.000 europeos cada año, y ese mismo día Madrid tenía que activar el nivel 1 contra la contaminación. El 82% de la población europea sufrimos valores superiores a los que indica la OMS relativos a las partículas finas que han provocado la muerte prematura de una cifra estimada de 428.000 personas en 41 países europeos en 2014.
Hoy se activa el nivel 2 y se mantendrá durante el fin de semana. La causa es el tráfico rodado, cientos de miles de coches que llenan la ciudad de contaminantes, y nos obligan a respirar las sustancias tóxicas que emiten sus tubos de escape y que dañan nuestra salud, especialmente la de la infancia, de personas mayores y enfermos.
Hoy también nos enteramos de que París planea prohibir todos los vehículos de gasolina y diesel para el 2030.
Pediamos el miércoles que se pusiera en marcha lo antes posible el Plan A, aprobado recientemente por el Ayuntamiento para reducir la contaminación a través de la reducción del número de coches, y en particular las medidas más ambiciosas y las que más cambian estructuralmente la forma en la que se desplazan diariamente tantos madrileños.
Hoy también pedimos que, al igual que París, pensemos en cambiar los motores de combustión interna por una movilidad compartida y sostenible, sana y buena para nuestras ciudades.