Es una de las rotundas afirmaciones de Vandana Shiva en la rueda de prensa que se ha realizado hoy en la sede de Greenpeace, para presentar junto a otras organizaciones (Amigos de la Tierra, COAG y Ecologistas en Acción) una Declaración en contra de los transgénicos. Y qué mejor voz para rechazar estos peligrosos cultivos que la voz, contundente y dulce a la vez, de esta luchadora por los derechos humanos y sociales.
Esta mujer, Premio Nobel Alternativo de la Paz, aúna el intelecto (Doctora en Física, Directora de la Fundación para la Investigación Científica, Tecnológica y Ecológica, miembro de Consejo Ambiental Nacional de la India y un largo etcétera) la espiritualidad, la pasión y la convicción del activismo en la lucha contra la globalización y la destrucción del planeta.
Es una gran inspiración para el activismo, y para las mujeres en concreto, a las que considera motor de cambio. Una de sus expresiones es la de “monocultivos de la mente”, que responde a aquellas personas que no consiguen ver la biodiversidad en sus mentes y por lo tanto no se percatan de su destrucción. Personas que, por ello, no pueden ver que la verdadera riqueza y la salud están en la biodiversidad, y por tanto tampoco valoran la importancia de detener la destrucción de ésta.
Recalca que los transgénicos son destrucción, porque matan la biodiversidad. Y, como aclaración, explica que en La India muchas empresas “venden” las bondades de los transgénicos como solución al hambre: “En La India el cultivo transgénico es algodón Bt, y éste no se puede comer”. Sin embargo, este cultivo supone el endeudamiento de muchos agricultores, que llegan incluso al suicidio: “200.000 suicidios en los 10 años de producción de este cultivo”.
2009 es un año importante en materia de transgénicos, y España es un país relevante (recordemos que es el único país de la UE que autoriza el cultivo de un maíz transgénico a gran escala). Vandana Shiva nos cuenta que en la India ahora están luchando por evitar la aprobación de una berenjena modificada con genes de bacteria Bt, un gen similar al que ha sido introducido en el maíz que ocupa 80.000 hectáreas en nuestro país.
Esperemos que féminas como las ministras del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural Marino y del Ministerio de Ciencia e Innovación , dejen de ser “monocultivos de la mente” y sean realmente motores de cambio.
Mónica Parrilla, campaña contra los transgénicos de Greenpeace