El regalo más temido por los niños en el día de reyes era el carbón, señal de que algo había ido mal en su comportamiento. Para el medio ambiente el uso de carbón para generar electricidad también es mala señal, ya que es la fuente de energía que más CO2 libera a la atmósfera. Pero afortunadamente, las cosas están cambiando.
La mañana de este último día de reyes, mientras los niños de toda España abrían sus regalos y miles de aparatos electrónicos se iban enchufando, esa electricidad ya no se produjo con carbón (en todo el día no llegó al 4%), porque tres de cada cuatro kilovatios-hora de los que consumimos ese día fueron aportados por las energías renovables.
Los datos del balance anual de Red Eléctrica de España confirman el imparable ascenso de las energías limpias. En todo 2010, las renovables aportaron un 35% de toda nuestra electricidad, más que nunca, y eso que el consumo de electricidad subió respecto al año anterior. Solamente la energía eólica ya duplicó al carbón con un 16% (llegó a aportar ella sola el 43% en todo un día, y en algunos momentos llegó al 54%).
El gran beneficiado de la aportación renovable fue el medio ambiente. Gracias a las renovables, la generación eléctrica con carbón bajó un 34%, y la de gas un 17%, cancelándose 22 proyectos de estas últimas centrales. La consecuencia de todo ello es que las emisiones de CO2 de nuestro sistema eléctrico bajaron un 20%. También sirvieron nuestras renovables para cubrir los fallos de las centrales nucleares, incluidas las del campeón mundial de esa energía, Francia, que pasó a ser, por primera vez, importador neto de electricidad de España, algo sólo posible gracias a las renovables.
Los beneficios económicos son también impresionantes. Como muestra el último informe de APPA, las renovables hicieron que producir electricidad fuese más barato, redujeron el coste total en 4.830 millones de euros en 2009 (más de lo que recibieron como primas), contribuyeron al PIB nacional con 8.525 millones, lograron exportaciones por valor de 3.042 millones y dieron empleo a cerca de cien mil personas. Y eso que perdieron veinte mil empleos por culpa de la mala política del Gobierno.
Así que podemos estar contentos de que el objetivo de producir con renovables un 30% de la electricidad en 2010 ha sido ampliamente superado. Pero incluso hemos alcanzado prácticamente el objetivo del 35,5% propuesto por el Congreso de los Diputados para 2020, dejando en evidencia la falta de visión de nuestros representantes políticos, o su genuflexión ante las presiones de las compañías eléctricas y de todo el sector de la energía sucia, que no quieren que las renovables vayan a más.
Desde Greenpeace trabajaremos en 2011 para que no sólo España, sino toda Europa, reconozca que el horizonte al que debemos dirigirnos no es otro que un 100% renovable.
Jose Luis García Ortega
Responsable Proyectos Energía Limpia de Greenpeace España