Una granja de renos en medio de un impresionante paisaje nevado nos ha emocionado en nuestro cuarto día de expedición ártica. Estamos en el pueblo finlandés de Utsjoki donde nos recibe Henri, un joven de 26 años que es el mejor ejemplo de cómo tradición y modernidad se mezclan en esta comunidad. Y es que hay que recordar que el Ártico tiene rostro: el de los cuatro millones de personas que lo habitan.



El primer rostro de hoy es el de Henry, un Sami de 26 años. Su familia regenta la granja de renos en la que nos encontramos. Cuando le preguntamos por la relación entre los Sami y los renos nos dice que quizá para nosotros sea difícil de entender, que “muchos de los renos son miembros de la familia”; son parte de su historia, de su tradición y de su cultura. Él trabaja en el negocio familiar, después de haber estudiado Turismo y Negocios  en la Universidad. “Este trabajo me permite ejercer mi profesión y mantener viva la cultura Sami que está despareciendo”.

Hoy hace mucho sol y estamos a 10 grados. Henri nos dice que él es joven pero “los mayores hablan de inviernos de hasta 50 grados bajo cero". “Ahora lo máximo a lo que llegamos en los días más fríos es a 30 ó 40 grados bajo cero”. Una prueba más, de las muchas que hemos podido ver en la expedición, sobre los evidentes efectos del cambio climático.



Y mientras la expedición continúa, Gemma Mengual, Elena Anaya  y todos los que aquí estamos tenemos en nuestra mente a los activistas que se acaban de terminar la acción contra la plataforma de Shell. Llevaban más de 100 horas. Y el apoyo les llega desde todos los rincones del mundo, porque somos más de siete millones de personas las vamos a seguir luchando por la protección del Ártico.

¿Qué puedes hacer tú?
- Ayúdanos a ser más, tenemos el reto de conseguir 500.000 firmas con esta expedición de mujeres para tener más voz para salvar el Ártico.