De regreso de Barcelona voy leyendo tranquilamente en el tren, las últimas luces del día acompañan mi viaje y hacen que el cielo tenga un tono rojizo. El tren atraviesa una zona montañosa densamente poblada de árboles, todavía son visibles los efectos de la intensa nevada de que el lunes cubrieron toda Cataluña. Pero algo llama mi atención, una inmensa columna de humo negro cubre buena parte del cielo. La primera idea es que de nuevo un incendio forestal está arrasando nuestros bosques, aunque rápidamente pienso que con tanta nieve en el campo y el frío que hace parece muy difícil prender el monte.
El tren sigue su camino y rápidamente puedo descubrir el causante de semejante contaminación atmosférica. Una inmensa chimenea, perteneciente al polo químico de Tarragona, escupe fuego sin parar. Una llama de más de 15 m de altura sale de un chimenea, y está quemando algo que escupe un denso y abundante humo negro. La foto que acompaña a este post permite hacerse una idea de la situación.
¿Esta es la forma en el que las industrias llevan a cabo las mejores prácticas disponibles para luchar contra la contaminación? Estas industria son las que acusan a Greenpeace de alarmistas y que realmente ellos no contaminan ya que cumplen con las leyes y directivas. ¿Qué directiva ampara esto? Pues que nos lo expliquen......disculpad la calidad de la foto pero la he sacado con el móvil. Sin palabras seguiremos denunciando estas barbaridades.
Julio Barea, responsable de la campaña de Contaminación de Greenpeace
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