Las mayores compañías eléctricas de Europa están presionando para que los líderes de la UE rechacen, a finales de este mes, la eficiencia energética y las energías renovables, ya que dependen en gran medida de los combustibles fósiles importados. Unos datos que recoge el informe de Greenpeace “Atados”, que muestra cómo las ocho mayores compañías energéticas controlan cerca de la mitad de la electricidad de Europa, y sólo el 13% proviene de fuentes renovables.
Las francesas EDF y GDF Suez, las españolas Iberdrola y Gas Natural Fenosa, la italiana ENEL (propietaria de la española ENDESA), las alemanas RWE y E.ON Gas, y la sueca Vattenfall dependen en gran medida de las importaciones de carbón y de gas procedente de países fuera del Espacio Económico Europeo (EEE).
En 2011, 116.000 millones de euros de los ingresos de estos gigantes de la energía, sobre un total de 342.000 millones de euros, son gracias al carbón y al gas importado. EDF e Iberdrola importan más del 75% de su gas de fuera de la UE y Noruega, mucho más del 45% que es la media de la UE en su conjunto. Y más del 90% del carbón utilizado por Gas Natural Fenosa, Iberdrola y ENEL es importado, muy por encima de la media del 63% (ver gráfico a continuación para más detalles).
El estudio de la evaluación de impacto de la Comisión Europea para las objetivos de clima y energía para 2030 indica que se podrían reducir significativamente las importaciones de gas si se opta por unos objetivos ambiciosos de eficiencia energética y energía renovable, pero estas ocho grandes empresas, sin embargo, quieren desmantelar los dos últimos objetivos y avanzar con sólo un solo objetivo de reducción de gases de efecto invernadero.
¿Quiénes son estas empresas?
Según el informe, seis de las ocho empresas de energía que están presionando en contra de los objetivos de energía también son miembros del Grupo Magritte, un grupo de élite que defiende los intereses energéticos. E.ON, GDF Suez, RWE, ENEL, Vattenfall, Iberdrola y Gas Natural Fenosa forman parte de esta coalición formada para fortalecer la influencia política de la industria energética. EDF, aunque no forma parte de Magritte, hace lobby junto con ellas.
Empresas españolas
Cuatro de las cinco empresas de la asociación española UNESA (Iberdrola, Gas Natural, Endesa a través de Enel, y EOn) forman parte del “Grupo Magritte”. Las tres eléctricas europeas que más dependen del carbón importado y tres de las cuatro que más dependen del gas importado de fuera del EEE pertenecen a UNESA: Iberdrola, Gas Natural y Enel (propietaria de la española Endesa) importan más del 75% del gas y más del 90% del carbón de países no pertenecientes al EEE.
Para seguir defendiendo su negocio, se culpa a las renovables de todas las maneras posibles, aunque en sus declaraciones sensacionalistas y alarmistas ignoran el hecho de que en Europa las renovables reciben al año alrededor de 30.000 millones de euros mientras que la energía nuclear y los combustibles fósiles se estima que reciben 61.000 millones de euros en subvenciones.
La experiencia muestra que al apoyar la energía renovable se reducen significativamente los costes tecnológicos, se rebajan los precios al por mayor de la electricidad y se reduce el gasto en que incurren los países por importar combustibles.
Las grandes compañías eléctricas no se oponen a las subvenciones siempre y cuando las reciban ellos. Demandan nuevas ayudas para sus fallidas empresas y así poder mantener operativas centrales térmicas de gas y carbón que de otra forma no serían rentables. Según ellos, estos “pagos de capacidad” por las centrales nucleares y las de combustible fósil son necesarios para garantizar el suministro energético a la ciudadanía europea.
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