¡Felicidades mujeres! la primera vez que se celebró nuestro día fue en 1911. Eran tiempos de cambios políticos, económicos y sociales que aceleraron el movimiento feminista y la lucha por el sufragio femenino.
Y en 2016 este es el lema de ONU Mujeres: “Por un Planeta 50-50 en el 2030: Demos un paso por la igualdad de género”, el objetivo: la eliminación de la desigualdad entre mujeres y hombres en el 2030.
Porque un siglo después esta lucha está pendiente y la humanidad en el siglo XXI se enfrenta a dos retos que están ligados y no se pueden separar: la igualdad de la mujer y el Cambio Climático.
No se puede solucionar el problema más urgente que amenaza la humanidad y tener una incidencia real sin contar con la realidad social de quienes lo sufren, por eso hablamos de una clara feminización de la población damnificada por las consecuencias del Cambio Climático.
El 70% de las personas pobres del planeta son mujeres según los datos facilitados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y las consecuencias sociales del cambio climático para la población más pobre del planeta son devastadoras, porque son quienes sufren sus efectos.
En Asia y África el 80% de las personas que trabajan la tierra son mujeres, ellas proporcionan el alimento y son las víctimas directas de la desertización y las inundaciones y las responsables del cuidado de quienes sufren esta degradación medioambiental. Pero desgraciadamente, aunque trabajan la tierra, no son las propietarias y por tanto no pueden alzar la voz y pedir ayuda, no pueden contar su realidad.
Las mujeres son más vulnerables a las violaciones de DDHH y a las consecuencias del cambio climático por sus roles sociales donde imperan los cuidados, el aprovisionamiento de agua, combustible, y alimentos.
Berta Cáceres, líder hondureña que luchó contra la explotación medioambiental de las transnacionales fue asesinada hace unos días. Ella lo tenía claro: “La defensa del medio ambiente es antipatriarcal”.
Actualmente 25 millones de personas se ven obligadas a desplazarse debido a desastres naturales, se está gestando una crisis humanitaria a nivel planetario. La ONU ha alertado que en el año 2050 el número de aumentará y 200 millones personas se desplazarán de sus lugares de origen por causas medioambientales.
El grupo Mujeres y Género que participó en la COP21 ha instado a trabajar con perspectiva de género e integrar a las mujeres en el acuerdo climático. Han elaborado un documento que demanda un acuerdo climático que respete los DDHH y la igualdad de género, garantizando el desarrollo sostenible y la integridad ambiental que requiere un compromiso equitativo y vinculante.
Tenemos que actuar ya y poner fin a la era de los combustibles fósiles, porque La Revolución Energética es posible y el empoderamiento de la mujer, la clave necesaria para el desarrollo sostenible y el camino para un futuro verde y en paz.
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